Texto del Libro – El diario de Santa Faustina:
Sexto día. Oh Dios mío, estoy preparada a toda voluntad Tuya. Cualquiera que sea el modo en que me guíes, Te bendeciré. Cualquier cosa que exijas, la cumpliré con la ayuda de Tu gracia. Cualquiera que sea Tu santa voluntad para conmigo la aceptaré con todo el corazón y con toda el alma, sin reparar en lo que me diga mi naturaleza corrupta.
Reflexión: Santa obediencia
Sexto Día. Oh Dios mío estoy preparada a cumplir tu voluntad, a cualquier cosa que me exijas la cumpliré con la ayuda de tu gracia. El primer don de amor que un alma debe ofrecer al Señor es la Santa Obediencia. Cumpliendo fielmente esta virtud. Por eso, la mejor obediencia es aquella que el amor inspira y que por la virtud, cumple con alegría. La perfección de la obediencia consiste en la sencillez del amor, es la obediencia del niño. No busquemos por tanto, más que una cosa: obedecer la voluntad de Dios, porque todo lo que Dios quiere, es bueno, todo lo que ama, es santo, todo lo que desea es para nuestro bien; a esto se reduce la ciencia de los verdaderos hijos de Dios. No obedezcamos por tanto a nuestros superiores porque sean buenos, piadosos o sabios. No obedezcamos nunca por temor humano o la persona o al castigo. Hay que obedecer a Dios que manda por medio de una criatura que ha sido investida de su autoridad. Y si Dios no manda por sí mismo es con el fin de probar nuestra fe y humillar nuestro amor propio, pero la orden procede de Él. Hay que obedecer por amor a Jesús, por su gloria, con el fin de honrar la obediencia de su vida y de su cruz. Sea pues, nuestra obediencia pronta, como la del ángel, cuando Dios lo llama. Debemos obedecer por amor, con el corazón, con el entendimiento y con la voluntad. Dice el Espíritu Santo que la obediencia es continua. Victoria contra el demonio, contra el mundo y contra sí mismo. Debemos imitar la obediencia de Jesús, haciéndose obediente hasta la muerte y muerte de cruz, por lo que Dios le ensalzó y le dio un nombre sobre todo hombre. El principio de la vida de la obediencia es la humildad.
Desearte un lindo día. El Señor de la Misericordia te conceda la obediencia a ti y a tu familia.
Dios te bendiga y te proteja.
Sta. Faustina. Ruega por nosotros.
Amén.
Dr. Víctor Arce.