Texto del Libro – El diario de Santa Faustina:
Sea gloria y honor a Ti, oh Santísima Trinidad, Dios eterno; que la misericordia que brota de Tus entrañas nos proteja de Tu justa ira. Que resuene la alabanza a la inconcebible misericordia Tuya; en todas Tus obras está el sello de Tu insondable misericordia, oh Dios.
1 III 1937. El Señor me ha hecho saber cuánto le desagrada un alma que habla mucho. En tal alma no encuentro descanso. El ruido continuo Me cansa y en ese ruido el alma no distingue Mi voz.
Reflexión: Recogimiento interior
1 III 1937. El Señor me ha hecho saber cuánto le desagrada un alma que habla mucho. “Os digo que toda palabra ociosa que hablen los hombres darán cuenta el día del juicio” (Mateo 12:36). Haced de los vanos, charlatanerías dice San Pablo. Debemos imitar a la Virgen María: Guárdelas todas estas cosas en su corazón. Apenas podemos imaginar el recogimiento interior de su alma, siempre en oración. Sin recogimiento interior no es posible el trato con Dios. ¿En qué consiste el recogimiento?: recogerse es juntar lo separado. Dos: restablecer el orden interior perdido. Tres: evitar la dispersión de los sentidos y potenciar incluso en cosas en sí buenas e indiferentes. Cuatro: tener como centro a Dios en la intención de lo que hacemos y proyectamos. Debemos recordar: “Si alguno me amaba guardará mi palabra y mi Padre le amará y vendremos a él y haremos morada en él”. Es la presencia de la Santísima Trinidad en el alma que haya renacido a la gracia. Entonces debemos aprender a tratar a Dios que mora en nosotros, alégrate y entra en tu silencio sonoro en un recogimiento interior de tu alma. Dice San Gregorio Magno: Para que alma llegue a contemplar la naturaleza invisible de Dios es recogerse en sí misma.
Santa Faustina, amante de la Iglesia. Cuerpo Místico de Cristo: Ruega por nosotros.Pidamos a la Virgen María que nos dé ese recogimiento interior para ver y tratar a Dios.
Desearte un lindo día, no te olvides de rezar la coronilla por un alma que está en agonía.
Dios te bendiga y proteja.
Amén.
Dr. Victor Arce.