Texto del Libro – El diario de Santa Faustina
Que la pureza de la intención Te lo haga agradable y nuevo y vivo. Una lucha perenne, un esfuerzo continuo, ésta es mi vida para cumplir tu santa voluntad, pero que Te alabe, oh Señor, todo lo que hay dentro de mi la miseria y la fuerza.
Reflexión: Pureza de Intención
Que la pureza de la intención te lo haga agradable y nuevo y vivo. Una lucha perenne, un esfuerzo continuo, esta es mi vida para cumplir tu Santa Voluntad, pero que te alabe: Oh, Señor, todo lo que hay dentro de mí, la miseria y la fuerza.
“De la abundancia del corazón, salen las palabras”. “A mayor gloria de Dios”. Estos deben ser nuestras armas y harán para que como buenos hijos nos parezcamos a nuestro Padre. Porque todo nuestro aprovechamiento y profesión está en las obras que hagamos y en cuanto esos fueran mejores y más perfectos, seremos nosotros. Dice Jesús que lo que da luz y resplandor a las obras, es la intención y así el fin e intención de la obra fuere buena, la obra será buena.
Así en las obras su bondad y perfección está en la pureza de la intención. La vida espiritual descansa en las virtudes y las virtudes se fundan en la intención pura y recta del corazón. Debemos cuidarnos mucho de la vanagloria, en que consiste este vicio en que el hombre vanaglorioso se quiere alzar con la gloria y honra que es propia de Dios.
“Mirad no hagáis las buenas obras delante de los hombres por ser vistos y alabados de ellos, porque de esta manera no tendréis premio ninguno en los cielos”. Estos tales ya han recibido su premio. Grados de perfección para alcanzar la pureza de intención. 1. Cuando uno solamente pretende y busca la gloria de Dios, de manera que en las cosas que hace, todo su contento es en Dios, cumpliendo y haciendo la voluntad de Dios. 2° Grado. Cuando uno no solamente está olvidado de todas las cosas exteriores, sino también de sí mismo. No amando a sí mismo, sino en Dios y por Dios y para Dios. Ama y alaba a Dios porque es bueno, por su infinita bondad. 3° Grado de perfección y amor de Dios, es cuando uno está tan olvidado de sí, que ya, en lo que hace no mira si se agrada a Dios de mi, sino en agradar y contentar yo a Dios, porque mi gloria y mi contento será el contento y gloria de Dios, no en la mía.
Desearte un lindo día. El Señor de la misericordia te conceda la pureza de intención, a ti y tu familia.
Dios te bendiga y te proteja.
Santa Faustina, ruega por nosotros.
Amén.
Dr. Victor Arce