Texto del Libro – El diario de Santa Faustina

Hoy, antes de la Santa Comunión el Señor me ha dicho:  Hija Mía, hoy habla abiertamente de Mi misericordia con la Superiora, porque de entre las Superioras ha sido ella la que ha participado más en propagar Mi misericordia.  Y efectivamente, por la tarde vino la Madre y hablamos sobre esta obra de Dios.  La Madre me dijo que las estampitas no habían salido muy bien y que se vendían mal.  Pero yo misma, me dijo, he tomado bastantes y las reparto donde creo oportuno, y hago lo que puedo para que la obra de la misericordia se difunda.  Cuando se alejó, el Señor me dijo cuánto le es querida esa alma.

Reflexión: Propagar mi misericordia

El Señor me ha dicho: Hija mía, hoy habla abiertamente de mi misericordia con la superiora, porque de entre las superioras ha sido ella la que ha participado más en propagar mi misericordia.

A las almas que propagan la devoción a mi misericordia los protejo durante toda su vida como una madre cariñosa a su niño recién nacido y a la hora de la muerte no seré para ellos pues sino salvador misericordioso. En esta última hora, el alma no tiene nada en su defensa fuera de mi misericordia. Feliz el alma que durante la vida se ha sumergido en la fuente de misericordia porque no le alcanzará la justicia (Diario 1075).

Dios prometió una gran gracia especialmente a ti y a todos que proclamen esta gran misericordia mía. Yo mismo los defenderé en la hora de la muerte como mi gloria, aunque los pecadores de las almas sean negros como la noche. Cuando un pecador se dirige a mi misericordia, me rinde la mayor gloria y es un honor para mi pasión. Cuando un alma exalta mi bondad, entonces Satanás tiembla y huye al fondo mismo del infierno (Diario 378).

Jesús prometió: con las almas que recurran a mi misericordia y con las almas que glorifiquen y proclamen mi misericordia a los demás en la hora de la muerte, me comportaré según mi infinita misericordia (Diario 379).

Cumpliendo el mandato de proclamar su misericordia, siguiendo las mociones del Espíritu Santo, el 3-8-22 en plena pandemia, empecé a escribir las reflexiones del Diario de Santa Faustina. La Divina Misericordia en mi alma.

Desearte un lindo día. El Señor de la misericordia te conceda propagar  a ti, y a tu familia.

Dios te bendiga y te proteja.

Santa Faustina, ruega por nosotros.

Amén.

Dr. Victor Arce