Texto del Libro – El diario de Santa Faustina
14 II [1938]. Durante la adoración oí estas palabras: Reza por una de las alumnas que necesita mucho Mi gracia. Conocí que se trataba de N., recé mucho y la misericordia de Dios envolvió a aquella alma.
Reflexión: Poder de la oración
14-II-1938. Durante la oración, oí estas palabras: Reza por una de las alumnas que necesita mucho mi gracia.
“Yo te invoco porque tú me respondes. Dios mío, inclina el oído y escucha mis palabras”. La oración es una manifestación de fe y de confianza en nuestro Padre Dios, aún cuando parezca que guarda silencio, conviene preservar en la oración sin desfallecer. Dice San Agustín: “Si la fe flaquea, la oración perece”, pues “la fe es la fuente de la oración”. Nuestra oración ha de ser continua y confiada con la de Jesús nuestro modelo: “Padre, ya sé que siempre me escuchas”. La oración debe ser llena de fe perseverante, confiada y con mucha humildad. “¿Acaso Dios no hará justicia a sus elegidos que claman a él día y noche, y les hará esperar? ¿Qué no hará él que es infinitamente bueno y misericordioso?”. Comenta San Agustín: “por tanto, deben estar bien seguros los que ruegan a Dios con perseverancia porque Él es la fuente de la justicia y de la misericordia”.
No debemos desalentarnos jamás en nuestras súplicas a Dios. Por tanto conviene orar y no desfallecer. El Espíritu Santo suscita en nuestra alma la súplica cuando ni siquiera sabemos lo que debemos pedir.
El estado del alma de quienes tratamos más frecuentemente debe ser nuestra primera solicitud, la petición más urgente. Debemos recordar que en la oración, Jesús nos oye siempre: También cuando parece que calla. Quizás es, entonces cuando más atentamente nos escucha. Si alguna vez no se nos concedió algo que pedimos confiadamente es que no nos convenía. Nuestro Padre Dios siempre da más de lo que le pedimos. Siempre.
Desearte un lindo día. El Señor de la misericordia te conceda el poder de la oración a tí y tu familia.
Dios te bendiga y te proteja.
Santa Faustina, ruega por nosotros.
Amén.
Dr. Victor Arce