Texto del Libro – El diario de Santa Faustina:
Oh Espíritu de Dios, Espíritu de verdad y de luz,
Vive en mi alma constantemente con Tu gracia divina.
Que Tu soplo disipe las tinieblas,
Y que las buenas obras se multipliquen en tu luz.
Espíritu de Dios, Espíritu de amor y de misericordia,
Que infundes en mi corazón el bálsamo de confianza,
Tu gracia afirma mi alma en el bien,
Dándole la fuerza irresistible, la perseverancia.
Oh Espíritu de Dios, Espíritu de paz y de alegría,
Que confortas mi corazón sediento
Y viertes en él la fuente viva del amor de Dios,
Y lo haces impávido para la batalla.
Oh Espíritu de Dios, huésped amabilísimo de mi alma,
Por mi parte deseo ser fiel a Ti.
Tanto en los días de alegría como en los tormentos,
Deseo siempre vivir en Tu presencia, oh Espíritu de Dios.
O Espíritu de Dios que penetras mi ser en su totalidad,
Y me das a conocer Tu vida divina, trina,
Y me confías los secretos de Tu esencia divina,
Y unida a Ti de este modo, viviré por la eternidad.
Reflexión: Oh, Espíritu de Dios
Hoy, Santa Faustina en su diario, la Misericordia en mi alma escribe, haciéndole un homenaje al Espíritu de Dios, al Espíritu Santo.
Oh Espíritu de Dios, Espíritu de Verdad y de luz, vive en mi alma permanentemente con tu gracia divina. Que tu soplo disipe las tinieblas y que las buenas obras se multipliquen en tu luz, Espíritu de Dios, Espíritu de Amor y de Misericordia.
Que infundas en mi corazón el bálsamo de confianza, tu gracia afirma mi alma en el bien, dándole la fuerza irresistible y perseverancia. Oh Espíritu de Dios, Espíritu de Paz y de alegría que confortas mi corazón sediento y viertes en él, la fuente viva del amor de Dios y lo haces impávido para la batalla.
Oh Espíritu de Dios huésped amabilísimo de mi alma, por mi parte deseo serte fiel. Tanto en los días de alegría como en las tormentas. Deseo siempre, vivir en tu presencia, Oh Espíritu de Dios.
Oh Espíritu de Dios que penetras mi ser en su totalidad y me das a conocer tu vida divina, trina, y me confías los secretos de tu esencia divina y unido a ti, de este modo viviré por la eternidad.
El Espíritu Santo, Espíritu de Jesús, que Él vino a traer al mundo, es el principio de nuestra santidad. Él forma en nosotros, a Jesucristo y lo hace de tres maneras: 1. Nos inspira pensamientos y sentimientos, conforme a los de Jesucristo. 2. El Espíritu Santo obra en nosotros y por nosotros. Él nos enseña toda la verdad. 3. Es formarnos en las virtudes de Jesucristo. “Os enviaré mi Espíritu, el cual nos enseñará y explicará todo”.
Desearte un lindo día. El Señor de la Misericordia te conceda la vida en el Espíritu por amor a ti y a tu familia.
Dios te bendiga y te proteja.
Sta. Faustina. Ruega por nosotros.
Amén.
Dr. Víctor Arce.