Texto del Libro – El diario de Santa Faustina

Entonces escuché estas palabras:  Me alegro de que te hayas comportado como Mi verdadera hija.  Sé siempre misericordiosa como Yo soy misericordioso.  Ama a todos por amor a Mí, también a tus más grandes enemigos, para que (69) Mi misericordia pueda reflejarse plenamente en tu corazón.

Reflexión: Misericordiosos

Entonces escuché estas palabras: Me alegro de que te hayas comportado como mi verdadera hija. Sé siempre misericordiosa como yo soy misericordioso. Ama a todos por amor a mí. También a tus más grandes enemigos para que mi misericordia pueda reflejarse plenamente en tu corazón. “Bienaventurados los misericordiosos porque ellos alcanzarán misericordia”. San Pablo llama a Dios, Padre de las misericordias deseando su infinita compasión por los hombres, a quienes ama entrañablemente hay una especial urgencia por parte de Dios, para que sus hijos tengan esa actitud con sus hermanos. Y nos dice que la misericordia con nosotros guardará proporción con la que nosotros ejercitamos. Con la medida con la que midas serás medido. Quien desea alcanzar misericordia en el cielo, debe practicarla en este mundo. Hay una misericordia en el cielo a la cual se lleva a través de la misericordia terrena. Si no se vive de la justicia primero, no se puede ejercitar la misericordia que nos pide el señor. La actitud misericordiosa se ha de extender a necesidades muy diversas como materiales y de orden moral, la misericordia es una disposición de corazón que lleva a compadecerse como si fueran propias las miserias que encontramos cada día. Compadecer es padecer con el otro, el sufrir juntos es compartir el dolor. Compadecer significa experimentar el dolor junto al otro. Significa actuar, es hacer algo concreto. Compadecer es saber escuchar, es darse tiempo, sentarse al lado del enfermo y guardar silencio, compadecer es amar sin reservas, sin complicaciones compadecer, es compartir que aún queda, es compartir el último aliento agotador, el último recurso. Es subir al madero de la cruz junto al que sufre.

Desearte un lindo día. El Señor de la misericordia te conceda ser misericordioso, a tí y tu familia.

Dios te bendiga y te proteja.

Santa Faustina, ruega por nosotros.

Amén.

Dr. Victor Arce