Texto del Libro – El diario de Santa Faustina:

Jesús: Hija Mía, ¿crees, quizá, que hayas escrito suficiente sobre Mi misericordia?  Lo que has escrito es apenas una gotita frente a un océano.  Yo soy el amor y la Misericordia Misma; no existe miseria que pueda medirse con Mi misericordia, ni la miseria la agota, ya que desde el momento en que se da [mi misericordia] aumenta.  El alma que confía en Mi misericordia es la más feliz porque Yo Mismo tengo cuidado de ella.

Reflexión: Misericordia Infinita

14-IX-1937. Jesús: Hija mía, ¿Crees que hayas escrito suficiente sobre mi misericordia? Lo que has escrito es apenas una gotita frente a un océano. Yo soy el amor y la misericordia misma.

Dios es infinitamente misericordioso y se compadece de los hombres de modo particular de aquellos que sufren la miseria más profunda, el pecado. La misericordia de Dios es eterna, infinita, es decir sin límites en el tiempo, es inmensa, sin limitaciones de lugar, ni espacio; es universal pues no se reduce a un pueblo o a una raza y es tan extensa y amplia como lo son las necesidades del hombre. ¿Cuánto me ama Dios? Tanto, cuanto perdona, te ha perdonado y te quiere perdonar. El amor que Dios nos tiene es misericordioso. Misericordia es su medio ambiente, la luz que lo alumbra; vivimos de misericordia. La misericordia de Dios para el hombre, es infinita, nunca se aparta, nunca se cansa, ni desespera jamás. Perdona siempre y lo perdona todo. “Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen”. Tengamos fe en la misericordia de Dios, que no se cansará, con tal que le imploremos con humildad y confianza.

La misericordia de Dios, San Pablo nos recuerda: “La bondad y la misericordia de Dios se han mostrado en Jesucristo Salvador. La misericordia es firma de sus pensamientos, miradas, palabras y actos”. Su misión: Perdonar, salvar, mostrarse misericordioso. “No necesitan de médico los sanos, sino los enfermos”. “Vete en paz, tus pecados han sido perdonados”. En esto consiste la gloria de la Divina Misericordia, en destruir el cuerpo del pecado. A nosotros nos toca no olvidar y vivir eternamente agradecido por su infinita misericordia.

Desearte un lindo día. El Señor de la Misericordia te conceda su misericordia infinita a ti y a tu familia.

Dios te bendiga y proteja.

Sta. Faustina. Ruega por nosotros.

Amén.

Dr. Víctor Arce.