Texto del Libro – El diario de Santa Faustina:

Esta mañana, durante la Santa Misa vi a Jesús doliente. Su Pasión se reflejó en mi cuerpo, aunque de modo invisible, pero no menos doloroso. Jesús me miró y dijo:

Las almas mueren a pesar de Mi amarga Pasión. Les ofrezco la última tabla de salvación, es decir, la Fiesta de Mi misericordia. Si no adoran Mi misericordia, morirán para siempre.  Secretaria de Mi misericordia, escribe, habla a las almas de esta gran misericordia Mía, porque está cercano el día terrible, el día de Mi justicia.

Reflexión: Mi Misericordia

Hoy 17 de febrero de 1937 en el diario de Santa Faustina, Jesús le habla en su alma: habla a las almas de esta gran misericordia mía porque está cercano el día temible, el día de mi justicia. La palabra Misericordia viene del latín y está compuesto de miser: miserable, necesitado, desdichado y cordis: significa corazón, sede del sentimiento y el sufijo ia: significa hacia los demás. Entonces Misericordia quiere decir: la capacidad de sentir la desdicha de los demás, es la cualidad de tener un corazón para alguien que sufre y esa cualidad no es otra que la compasión: es decir tener un corazón solidario con aquellos que padecen necesidad. La Misericordia no es una virtud natural no depende del carácter de cada uno, no es porque si soy más bueno soy más misericordioso. La Misericordia es una disposición interior que madura estando cerca de Jesús, porque él es la esencia de toda la historia de salvación. Misericordia es la ley fundamental que habita en el corazón de cada persona, cuando mira con ojos sinceros al hermano que encuentra en el camino de la vida. Misericordia es fuente de alegría de serenidad y de paz, es condición para nuestra salvación. Pidámosle a Santa Faustina nos alcance la gracia del misterio de la Divina Misericordia.

“Santo Dios, Santo Fuerte, Santo Inmortal, Ten Misericordia de nosotros y del Mundo Entero”.

Desearte un lindo día a ti y a tu familia. Dios te bendiga y proteja.

Amén.

Dr. Victor Arce.