Texto del Libro – El diario de Santa Faustina

Diles a las almas, hija Mía, que les doy Mi misericordia como defensa, lucho por ellas Yo solo y soporto la justa ira de Mi Padre.

Hija Mía, di que esta Fiesta ha brotado de las entrañas de Mi misericordia para el consuelo del mundo entero.

Reflexión: Mi Misericordia

Diles a las almas, hija mía que les doy mi misericordia, como defensa, lucho por ellas yo solo y soporto la justa ira de mi padre. Hay que vivir de la misericordia de Dios. Si sois hombres y pecadores debemos vivir de la misericordia, debemos ensalzar la bondad de Dios que nos ha salvado y nos da la vida. Cada cual sabe cuánto debe a la Divina Misericordia, y podemos todos decir que le debemos el no haber caído en el infierno. Cuánto más haya pecado uno, tanto más agradecido debe ser a la Divina Misericordia.

La Misericordia de Dios es infinita, perdona y para siempre, nuestro Señor nos dice: No peques; con todo, si llegas a ofender a mi Padre, ven pronto a mí, que te perdonaré. La Misericordia de Dios se ha mostrado en Jesucristo Salvador. La Misericordia es forma de sus pensamientos, miradas, palabras y actos. Tiene interés en que se le vea revestido de Misericordia para que los pecadores más culpables acudan a Él. Su misión: es perdonar salvar mostrarse misericordioso: ¡Así es la misericordia que guarda paciencia hasta el exceso. ¡Oh cuanto desea Jesús el retorno del pecador cuanto sufre por tener que aguantar! Cierto lo que dice Jesús: que, por una sola oveja extraviada, dejaría los noventa y nueve y que más alegría habría en el cielo por la conversión de un pecador, que por la perseverancia de noventa y nueve justos.

Salió de los cielos la Misericordia, bajó y envolvió al hombre. Misericordia es su medio ambiente, la luz que alumbra. Vivimos de Misericordia.

Desearte un lindo día. El Señor de la misericordia te conceda vivir de la misericordia a ti, y a tu familia.

Dios te bendiga y te proteja.

Santa Faustina, ruega por nosotros.

Amén.

Dr. Victor Arce