Texto del Libro – El diario de Santa Faustina:

Oh Señor mío, incendia mi amor hacia Ti, para que entre tormentas, sufrimientos y pruebas, no desfallezca mi espíritu.  Tú ves que débil soy yo.  El amor lo puede todo.

Reflexión: Los grados de la obediencia

Oh Señor mío incendia mi amor hacia ti, para que entre tormentas, sufrimientos y pruebas no desfallezca mi espíritu. Tú ves que débil soy yo. El amor lo puede todo.

+ Mejor es la obediencia que el sacrificio y mejor es obedecer que ofrecer grosura de carneros. Dice el profeta Samuel. ¿Por Ventura quiere Dios los holocaustos y sacrificio, y no que obedezcamos a sus mandamientos? De ninguna manera, porque mejor es la obediencia que el sacrificio mejor es oír y obedecer a Dios que ofrecer gorduras.

El voto de la obediencia es la principal de los tres votos. Santo Tomás: este voto ofrece y da más a Dios que los demás votos porque ofrece su propia voluntad y juicio, ofrecerse a sí mismo del todo a Dios.

Los grados de la obediencia

Ejecución solícita y total.

La obediencia de la voluntad, cuando la voluntad impulsa al intelecto a someterse a la opinión del superior. San Ignacio da además, tres métodos que facilitan la obediencia: siempre ver a Dios en el superior cualquiera que sea; justificar interiormente la orden o la opinión del superior.

Aceptar cada orden como si fuera de Dios, sin discutir y sin reflexionar. El medio general, la humildad. No hay nada difícil para una persona humilde.

Debemos ser muy agradecidos al Señor y estimar las reglas y aficionarnos de corazón a la observancia de ellos.

Desearte un lindo día. El Señor de la Misericordia te permita participar del voto de obediencia, a ti y a tu familia.

Dios te bendiga y te proteja.

Sta. Faustina. Ruega por nosotros.

Amén.

Dr. Víctor Arce.