Texto del Libro – El diario de Santa Faustina:
Oh Jesús mío, sostenme cuando vengan los días difíciles y nublados, los días de las experiencias, los días de las pruebas, cuando el sufrimiento y el cansancio empiecen a oprimir mi cuerpo y mi alma. Sostenme, oh Jesús, dame fuerza para soportar los sufrimientos. Pon una centinela a mis labios para que no salga ni una sola palabra de queja ante las criaturas. Toda mi esperanza es Tu Corazón misericordiosísimo, no tengo nada en mi defensa, sólo Tu misericordia, en ella toda mi confianza.
Reflexión: Las pruebas espirituales
“Oh Jesús Mío sostenme cuando vengan los días difíciles, los días de las pruebas cuando el sufrimiento y el cansancio empiecen a oprimir mi cuerpo y mi alma”. Entre los sufrimientos que tiene nuestra vida cristiana, hay algunas especialmente dolorosas: son las pruebas espirituales, amarguras en el corazón en la conciencia y en la devoción. Dios utiliza estas pruebas para mantener al alma en la obediencia y en la inmolación completa de la razón, de esta manera el alma se purifica de tantas imperfecciones. La paz interior no se funda en las propias acciones ni en nuestra conciencia sino tan solo en el acto de fe hecho con una ciega obediencia. No os detengáis en el sufrimiento sino ejercitarlo en la paciencia, en la sumisión, en el ofrecimiento, en el abandono qué son las virtudes del estado de sufrimiento. El Señor pueda prueba nuestra fe y generosidad para ver si le amará y trabajará por puro amor sin interés propio. En la prueba de las tentaciones debemos ocultarnos en las llagas de Cristo, no examinemos nuestras tentaciones, no conversamos con el diablo. “Oh Jesús mío Perdóname por haberte ofendido”, confiar en su misericordia, no nos extrañemos de nuestras sequedades y arideces espirituales son el desierto en la tierra prometida, es el humo de la purificación. Dios desprende del alma de sí misma para unirse a ella con mayor pureza. Dejad obrar a nuestro Señor; seguidle con amor y agradecimiento en todo. Las desolaciones interiores agradan más al corazón de Jesús.
Desearte un lindo día, el Señor de la Misericordia te conceda su amor a ti y a tu familia.
Santa Faustina: ruega por nosotros.
Dios te bendiga y proteja.
Amén.
Dr. Victor Arce.