Texto del Libro – El diario de Santa Faustina
En el día de hoy han surgido ciertos malentendidos entre la Superiora y yo. No ha sido su culpa ni la mía; pero el sufrimiento moral ha quedado, porque no pude aclarar el asunto por ser éste un secreto. Por esto sufría, aunque con una sola palabra habría podido revelar la verdad.
Reflexión: La verdad
En el día de hoy han surgido ciertos malos entendidos entre la superiora y yo. No ha sido su culpa ni la mía. Pilatos le pregunta a Jesús, ¿cuál es la verdad? El Maestro nos responde, soy el camino, la verdad y la vida. El Espíritu Santo impulsa a todos los cristianos a realizar múltiples esfuerzos para llegar a la plenitud de la unidad deseada por Cristo, pero es necesario que tienda a la verdad y que se fundamente en ella. La verdad de cristiano es salvadora porque no es resultado de profundas reflexiones humanas, sino fruto de la revelación de Jesucristo confiada a los apóstoles y a sus sucesores, con la asistencia constante del Espíritu Santo. La buena nueva que proclama la Iglesia es la puente de salvación porque es la misma verdad predicada por Cristo. La verdad que hemos recibido del Señor es una e inmutable y nunca será lícito relativizarla y aceptar de ella lo que parezca conveniente, pues cualquier atentado a la unidad de la fe es un atentado contra Cristo mismo. San Pablo nos recuerda que hay que proclamar la verdad con caridad. La verdad ha de presentarse en su integridad, sin falsos compromisos, pero de una manera amable, Nunca agria ni molesta, ni impuesta a la fuerza o con violencia. ¡Qué hermosos los pies de los que anuncian la buena nueva? San Pablo nos dice, porque si yo evangelizo no es para mi motivo de gloria, hay de mí si no evangelizará. La fe es la verdad, ilumina nuestra razón, la preserva de errores y sana las heridas. La fe es la luz que ilumina el camino del hombre, fundada no en ciencia propia sino en la palabra de Dios.
Desearte un lindo día. El Señor de la misericordia te conceda la verdad a tí y tu familia.
Dios te bendiga y te proteja.
Santa Faustina, ruega por nosotros.
Amén.
Dr. Victor Arce
