Texto del Libro – El diario de Santa Faustina:
23 [V 1937]. El día de la Santísima Trinidad.
Durante la Santa Misa de repente fui unida a la Santísima Trinidad. Conocí su Majestad y su Grandeza. Estaba unida con las Tres Personas. Cuando estaba unida a una de estas venerables Personas al mismo tiempo estaba unida a las dos otras Personas. La felicidad y el gozo que se comunicaron a mi alma son indescriptibles. Me apena no poder expresar con palabras aquello para lo cual no existen palabras.
Reflexión: La Trinidad en mi Alma
Estaba unida con las tres personas. Cuando estaba unida a una de estas venerables personas, al mismo tiempo estaba unida a las otras dos personas. En el momento del bautismo, vinieron a nuestra alma, las tres personas de la Santísima Trinidad con el deseo de permanecer más unidas a nosotros. Esta presencia solo se pierde por el pecado mortal; habita en nuestra alma en estado de gracia. “El que acepta mis mandamientos y los guarda, ese es el que ama”. “Y el que me ama será amado por mi Padre y yo le amaré”.
La fe católica es que veneremos a un solo Dios en la Trinidad y a la Trinidad, en la unidad, sin confundir las personas, ni separar la sustancia. Así Dios es el Padre, Dios es el hijo, Dios es el Espíritu Santo, y sin embargo no son tres dioses, sino un solo Dios. Y en esta Trinidad nada es antes ni después, nada mayor o menor, sino que las tres personas son entre sí coetáneos y coiguales. La presencia de las tres personas divinas en el alma en gracia es viva, abierta, ordenada al conocimiento y al amor, al que podemos corresponder.
El primer escalón para que el alma llegue a contemplar la naturaleza de Dios, es recogerse en sí misma, por la mortificación de la imaginación, haciendo a un lado recuerdos que no nos acercan a Dios y cumpliendo el deber.
Toda la vida sobrenatural del cristiano se orienta a ese conocimiento y trato íntimo con la Trinidad que es “el fruto y el fin de toda nuestra vida”. Para este hemos sido creados, para conocer a Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo, que habitan en el alma en gracia.
Desearte un lindo día. El señor de la Misericordia te conceda albergar a la Trinidad en tu alma y en la de tu familia.
Dios te bendiga y te proteja. Santa Faustina: Ruega por nosotros.
Amén
Dr. Victor Arce.