Texto del Libro – El diario de Santa Faustina

El domingo la hermana que me cuidaba dijo:  Bueno, hoy el sacerdote le traerá al Señor Jesús.  Le contesté:  Está bien; y me lo trajo.  Algún tiempo después recibí el permiso de levantarme de la cama.  Así pues iba a la Santa Misa y a visitar al Señor.

Reflexión: La Santa Misa

El domingo la hermana que me cuidaba dijo: Bueno hoy el sacerdote traerá al Señor Jesús, le contesté está bien me lo trajo. La Santa Misa, que renueva la inmolación del salvador y nos aplica personalmente todo el mérito del sacrificio de la cruz, es el acto religioso más grande meritorio y santo para el hombre y el más glorioso para Dios. Haced esto en memoria mía. La misa es el acto más santo de toda la religión, nada tan glorioso para Dios ni tan provechoso para nuestra alma como el oírla con piedad, con frecuencia, esta es la devoción privilegiada de los santos. La misa encierra todo el valor del sacrificio de la cruz hay que cumplir durante la misa los cuatro fines del sacrificio de la siguiente manera: 1. Desde el comienzo de la misa hasta el ofertorio. Adoración. Cuando el sacerdote ora al pie del altar adora a Dios señor y juez soberano. Durante la oración adore y suplique a Dios a la epístola, adore su santidad y al evangelio, su verdad inefable. Al credo renueve su fe en la divina palabra. 2. Desde el ofertorio hasta la consagración: hacinamiento de gracias, al lavado, purifíquese por la constricción al sacerdote. Durante el prefacio nos unimos para alabar y glorificar a Dios. El canon, nos unimos a los deseos de los patriarcas y los profetas, pidiendo en la venida del Señor. 3. El tiempo que va de la consagración a la comunión, es tiempo de propiciación de ofrenda, el sacerdote consagra el pan y el vino en su cuerpo y sangre, como en la última cena de Jesús, se pide por las almas del purgatorio, el Padre Nuestro perdona a todos los enemigos. 4. El resto de la misa se consagra a la oración a pedir por nuestros por nuestras necesidades y dando gracias a dios por habernos permitido asistir a su digno sacrificio.

Desearte un lindo día. El Señor de la misericordia te conceda participar de la Santa Misa, a tí y tu familia.

Dios te bendiga y te proteja.

Santa Faustina, ruega por nosotros.

Amén.

Dr. Victor Arce