Texto del Libro – El diario de Santa Faustina:

Oh Señor mío, aunque me ocupan tantas cosas, aunque esta obra está en mi corazón, aunque deseo el triunfo de la Iglesia, aunque deseo la salvación de las almas, aunque me hieren todas las persecuciones de Tus fieles, aunque me hace sufrir cada caída de las almas, sin embargo, a pesar de todo, tengo en el alma una profunda paz que ni los triunfos, ni los deseos, ni las contrariedades son capaces de perturbar, porque Tu, Señor y Dios mío, estás para mi por encima de todas las cosas que permites que sucedan.

Reflexión: La paz

Oh, Señor mío, aunque me ocupen tantas cosas, aunque me hieren todas las persecuciones de tus fieles, sin embargo a pesar de todo, tengo en el alma una profunda paz. Jesús, es el príncipe de la paz. “La paz os dijo, mi paz os doy”. Después de la Resurrección, Jesús se presenta delante de ellos: ¡Pax Volés! La paz sea con vosotros o Pax Domini, la paz del Señor, debería ser también nuestro saludo, desear la paz a los demás, promovería a nuestro alrededor, tener paz en nuestra alma es señal cierta que Dios está cerca de nosotros. La paz es un fruto del Espíritu Santo, es la paz interior en el alma del cristiano. La paz es saber que todas las cosas y acontecimientos están en las manos de Dios y que por tanto nada debe turbar, ni intranquilizar nuestro corazón. Esta paz es fruto de la acción del Espíritu Santo en nuestra alma. San Pedro: “Echen en Él sus preocupaciones porque Él cuida de ustedes. La paz es Dios. Una paz que el mundo no os puede dar”. Según San Agustín: ¿Qué es la paz? La paz es la tranquilidad del orden.

En el hombre hay tres clases de orden y tres formas de paz: 1. La paz interior, en la que el hombre está en paz consigo mismo, sin la perturbación de sus facultades. 2. La paz en la que el hombre está en paz con Dios, sometiéndose a su voluntad. 3. La paz para con el prójimo, en paz con todos. La paz es también bienestar, descanso, seguridad, éxito, gloria. La paz es el signo más inconfundible de la presencia de Dios. ¿Cómo aumentar la paz? Haciendo la voluntad de Dios y la imitación a Cristo. Se pierde la paz por el pecado, por la soberbia y la falta de sinceridad con uno mismo y con Dios y la impaciencia.

Desearte un lindo día. El Señor de la Misericordia te conceda la paz a ti y a tu familia.

Dios te bendiga y te proteja.

Sta. Faustina. Ruega por nosotros.

Amén.

Dr. Víctor Arce.