Texto del Libro – El diario de Santa Faustina
Hoy sentí la Pasión de Jesús en todo mi cuerpo y el Señor me hizo conocer la conversión de ciertas almas.
Reflexión: La Pasión
Hoy sentí la pasión de Jesús en todo mi cuerpo. El Señor me hizo conocer la conversión de ciertas almas. Pueblo mío, ¿qué te he hecho? ¿en qué te he ofendido? No olvidemos que al meditar la pasión de Jesús, nosotros fuimos protagonistas de aquellos horrores porque Jesús cargó con nuestros pecados. Fuimos rescatados de las manos del demonio y de la muerte eterna a gran precio, el de la sangre de Cristo. ¿A cuántos ha convertido la meditación a tinta de la pasión? Santo Tomás de Aquino decía, la pasión de Cristo basta para servir de guía y modelo a toda nuestra vida. Dice San León Magno que el que quiera de verdad venerar la pasión del Señor debe contemplar de tal manera a Jesús crucificado con los ojos del alma, que reconozca su propia carne en la carne de Jesús. Para conocer y seguir a Cristo debemos conmovernos ante su dolor, sentirnos protagonistas, no sólo espectadores de los azotes de las espinas abandonos. Fueron nuestros pecados los que le llevaron al calvario. Llegaron a Getsemaní, mi alma está triste hasta la muerte. Quedaos aquí y velad. Se puso de rodillas y se postró rostro en tierra. Estoy sufriendo una tristeza capaz de causar la muerte. Así supe Jesús el que en la misma inocencia carga con todos los pecados de todos los hombres y entrando en agonía oraba con más intensidad. Jesús entra en agonía y llega a derramar sudor de sangre. Jesús solo y triste sufría y empapaba la tierra con su sangre. La meditación de la pasión de Cristo nos da muchos frutos, nos ayuda a tener una aversión grande a todo pecado pues él fue traspasado por nuestras inequidades y abatido por nuestros pecados. Aviva nuestro amor y aleja la tibieza. Pidámosle a la Virgen que nos enseñe a contemplarle en estos momentos en los que tanto sufrió por nosotros.
Desearte un lindo día. El Señor de la misericordia te conceda sufrir la pasión, a tí y tu familia.
Dios te bendiga y te proteja.
Santa Faustina, ruega por nosotros.
Amén.
Dr. Victor Arce