Texto del Libro – El diario de Santa Faustina:

Oh dulce Madre de Dios,

Sobre Ti modelo mi vida,

Tú eres para mí una aurora radiante,

Admirada me sumerjo toda en Ti.

Oh Madre, Virgen Inmaculada,

En Ti se refleja para mí el rayo de Dios.

Tú me enseñas cómo amar a Dios entre tormentas,

Tú eres mi escudo y mi defensa contra el enemigo.

Reflexión: La Inmaculada

Oh dulce madre de Dios, sobre ti modelo mi vida. Tú eres para mí una aurora radiante, admirada, me sumerjo toda en ti. Oh Madre, Virgen Inmaculada. Desbordo de gozo con el Señor y me alegro con mi Dios porque me ha vestido un traje de gala y me ha envuelto en un manto de triunfo, como María, que se adornó con sus joyas.

La Trinidad Santa queriendo salvar a la humanidad, determinó la elección de María para Madre del Hijo de Dios, hecho hombre. En el plan salvífico de Dios, María está siempre unida a Jesús, perfecto Dios y Hombre perfecto. Fue predestinada desde toda la eternidad como Madre de Dios. Justamente con la Encarnación del verbo, por disposición de la Divina Providencia.

Ella es la mujer de la que nos narra el Génesis después de cometido el pecado original. Dijo Dios a la Serpiente: Pongo enemistad entre tú y la mujer, entre tu descendencia y la suya. En razón de esta elección la Virgen recibió una plenitud de gracia mayor que todos los ángeles y santos juntos como correspondía a la madre del Salvador. Ella es la que en la Iglesia ocupa después de Cristo, el lugar más alto y el más cercano a nosotros.

Por una gracia y en atención a los méritos de Cristo, la Virgen María fue preservada, inmune de toda mancha de pecado original, desde el primer instante de su concepción. El 8 de diciembre de 1854, el Sumo Pontífice Pío IX, declara como dogma de fe: “Declaramos que la doctrina que dice que María fue concebida sin pecado original, es doctrina revelada por Dios y que a todos obliga creerla como dogma de fe”.

Fue exenta de todo pecado, no tuvo inclinaciones desordenadas, ni tentaciones interiores, no sufrió los efectos de la concupiscencia, ni estuvo sujeta al mal en cosa alguna.

Desearte un lindo día. El Señor de la Misericordia te conceda creer en este dogma a ti, a ti y a tu familia.

Dios te bendiga y proteja.

Sta. Faustina. Ruega por nosotros.

Amén.

Dr. Víctor Arce.