Texto del Libro – El diario de Santa Faustina:

Oh Jesús, qué oscuridad me envuelve y qué nulidad me penetra, pero Jesús mío, no me dejes sola, concédeme la gracia de la fidelidad.  Aunque no puedo penetrar el misterio del abandono, pero está en mi poder decir: hágase Tu voluntad.

Reflexión: La gracia de la fidelidad

Oh Jesús, qué oscuridad me envuelve y que nulidad me penetra, pero Jesús mío no me dejes sola, concédeme la gracia de la fidelidad.

La fidelidad es una gracia, una virtud si guardamos la palabra dada a pesar de los obstáculos. La fidelidad consiste en cumplir lo prometido, siendo coherentes las palabras con los hechos. “No es gran mérito amar a Dios en la prosperidad y agradecerle cuando todo nos va bien, sino adorarlo entre las grandes adversidades”. La fidelidad a Dios es para siempre y sinceramente, al menos al deseo y voluntad actual. ¿Quién se atreviera a decir a Jesús: ser fiel hoy, pero para después, nada os prometo? La perseverancia está unida a esta virtud y se estrecha con ella. “Camina en mi presencia con fidelidad. Guarda el pacto que hago contigo, nos está diciendo Dios en la intimidad de nuestro corazón”. En muchos momentos de la vida, la fidelidad a Dios se define en la fidelidad a la vida de oración, a los sacramentos, devociones, que nos mantienen cerca al Señor.

El verdadero discípulo de Jesús, es un hombre de palabra, una persona que inspira confianza, de quien nos podemos fiar. Es leal y cumple sus compromisos con Dios y con los hombres.

Dice el maestro, sea vuestra palabra: “Sí, sí… no, no”. La mayor alabanza que nos puedan hacer, es decirnos que somos fieles a Cristo, que puede contar con nosotros sin limitaciones. Para ser fieles y felices, es preciso tener siempre los ojos fijos en Jesús. El hombre se define por la vocación recibida. La fidelidad a la propia vocación es responder a los llamados que Dios hace a lo largo de la vida. El llamado debe ser respondido de inmediato, pronto, alegre, desprendido, sin condiciones.

“Nadie que pone su mano en el arado y mira hacia atrás, es apto para el Reino de Dios”.

Desearte un lindo día. El Señor de la Misericordia te conceda la fidelidad, a ti y a tu familia.

Dios te bendiga y proteja.

Sta. Faustina. Ruega por nosotros.

Amén.

Dr. Víctor Arce.