Texto del Libro – El diario de Santa Faustina:
Un ardiente deseo de esta Fiesta inflama toda mi alma. En una ardiente oración por anticipar [la institución de] esta Fiesta encuentro un poco de alivio. Y empecé una novena según la intención de ciertos sacerdotes para que Dios les conceda luz e inspiración para tramitar la institución de esta Fiesta y para que el Espíritu de Dios inspire al Santo Padre en toda esta causa.
La novena consiste en una hora de adoración delante del Santísimo Sacramento. He rogado ardientemente a Dios por anticipar esta Fiesta y he pedido al Espíritu Santo que inspire a ciertas personas en toda esta causa. Termino esta novena el Jueves Santo.
Reflexión: La fiesta de la Misericordia
Un ardiente deseo de esta fiesta inflama toda mi alma: el primer domingo después de la Pascua de Resurrección, ese domingo debe ser la fiesta de la Misericordia. Santa Faustina, una sencilla monja sin grandes estudios, pero valerosa y abandonada totalmente en Dios. El Señor Jesús le confío una gran misión: el mensaje de la Misericordia. Tú eres la secretaria de mi misericordia. Deseo que la fiesta sea un refugio y amparo para todas las almas especialmente para los pecadores. La fiesta no solo es un día de adoración al misterio de la Misericordia sino el tiempo en que Dios colma de gracias a todas las personas pero estas gracias se toman en un solo recipiente y este es la confianza. La fiesta de la Misericordia es para preparar al mundo para la segunda venida de Cristo, estamos en el Kairos, en el tiempo de la Misericordia. Una última tabla de salvación para los pecadores, estamos en el día de su misericordia, después vendrá el día de la justicia.
La fiesta debe estar precedida por una novena de coronillas y una debida preparación en nuestros corazones y a través de un verdadero arrepentimiento una verdadera confianza y la apertura real al cambio de nuestras vidas.
Cuando vengas a esta fiesta trae todas tus intenciones, todas tus necesidades y deseos. Ese día están abiertas las entrañas de Dios Misericordioso.
Santa Faustina, defensora ante el mal de los jóvenes y niños: Ruega por nosotros.
El Señor de la Misericordia te colme de todas sus gracias a ti y a tu familia.
Dios te bendiga y proteja.
Amén.
Dr. Victor Arce.
