Texto del Libro – El diario de Santa Faustina
Al anochecer, estando en mi celda, vi al Señor Jesús vestido con una túnica blanca. Tenía una mano levantada para bendecir y con la otra tocaba la túnica sobre el pecho. De la abertura de la túnica en el pecho, salían dos grandes rayos: uno rojo y otro pálido. En silencio, atentamente miraba al Señor, mi alma estaba llena del temor, pero también de una gran alegría. Después de un momento, Jesús me dijo: Pinta una imagen según el modelo que vez, y firma*: Jesús, en Ti confío. Deseo que esta imagen sea venerada primero en tu capilla y [luego] en el mundo entero.
Reflexión: La fiesta de la misericordia
Al anochecer, estando en mi celda, vi al Señor Jesús con una túnica blanca. Tenía una mano levantada para decir y con la otra tocaba la túnica sobre el pecho. De la abertura de la túnica en el pecho salían dos grandes rayos, uno rojo y otro pálido. En silencio, atentamente miraba al Señor. Mi alma estaba llena del temor, pero también de una gran alegría. Después de un momento, Jesús me dijo, pinta una imagen según el modelo que ves y firma. Jesús, en ti confío. Deseo que esta imagen sea venerada primero en su capilla y luego en el mundo entero. De entre todas las formas de la devoción a la divina misericordia reveladas por Sor Faustina, esta es la que tiene mayor importancia. El Señor Jesús habló por primera vez del establecimiento de esta fiesta en Plock en 1931, cuando comunicó a Sor Faustina su deseo de pintar la imagen. Deseo que haya una fiesta de la misericordia. Quiero que esta imagen que pintarás con el pincel sea bendecida con solemnidad, el primer domingo después de la Pascua de Resurrección. Ese domingo debe ser la fiesta de la misericordia. La elección del primer domingo después de la Pascua para la fiesta de la misericordia tiene su profundo sentido teológico. Indica una estrecha relación entre el misterio pascual de la redención y el misterio de la divina misericordia. La fiesta no es solamente un día de adoración especial de Dios, en el misterio de la Divina Misericordia, sino también el templo en que Dios colma de gracias a todas las personas. Deseo que la fiesta de la misericordia sea un refugio y amparo para todas las almas y especialmente para los pobres pecadores. Ese día están abiertas las entrañas de mi misericordia. Derramo todo un mar de gracias sobre las almas que se acerquen al manantial de mi misericordia. El alma que se confiese y reciba la santa comunión obtendrá el perdón total de las culpas y de las penas. La fiesta de misericordia ha salido de mis entrañas.
Desearte un lindo día. El Señor de la misericordia te conceda participar de la fiesta de la misericordia, a ti y tu familia.
Dios te bendiga y te proteja.
Santa Faustina, ruega por nosotros.
Amén.
Dr. Victor Arce