Texto del Libro – El diario de Santa Faustina

Me he retirado un poco al segundo plano, como si esta obra de Dios no me interesara.  En este momento no hablo de ella, pero toda mi alma está sumergida en la oración y suplico a Dios que se digne anticipar este gran don, es decir, la Fiesta de la Misericordia y veo que Jesús obra, nos da indicaciones sobre cómo esto debe ser realizado.  Nada sucede por casualidad.

Reflexión: La Fiesta de La Misericordia

Me he retirado un poco al segundo plano como si esta obra de Dios no me interesara. No hablo de ella pero toda mi alma está sumergida en la oración y suplico a Dios que se digne anticipar este gran don es decir, la Fiesta de la Misericordia.

Oí estas palabras: Mi imagen está en tu alma. Deseo que haya una fiesta de la Misericordia. Quiero que esta imagen que pintarás con el pincel sea bendecida con solemnidad, el primer domingo debe ser la Fiesta de la Misericordia. El Señor Jesús habló por primera vez del establecimiento de esta fiesta en Plock en 1931. Deseo dijo el Señor que la Fiesta de la Misericordia sea un refugio y amparo para todas las almas y especialmente para los pobres pecadores.

Hija mía habla al mundo entero de la inconcebible misericordia mía. Ese día están abiertas las entrañas de mi misericordia. Derramo todo un mar de gracias sobre las almas que se acerquen al manantial de mi misericordia. El alma que se confiesa y reciba la Santa Comunión obtendrá el perdón total de las culpas y las penas. Que ningún alma tema acercarse a mí, aunque sus pecados sean como escarlata. Mi Misericordia es tan grande que en toda la eternidad no la penetrará ningún intelecto humano ni angélico. Toda alma respecto a mí, por toda la eternidad meditará mi amor y mi misericordia. La humanidad no conocerá paz hasta que no se dirija a la fuente de mi misericordia. La fiesta no es solamente un día de adoración, sino también el tiempo en que Dios colma de gracias a todas las personas.

Desearte un lindo día. El Señor de la misericordia vivir su fiesta, y a ti y tu familia.

Dios te bendiga y te proteja.

Santa Faustina, ruega por nosotros.

Amén.

Dr. Victor Arce