Texto del Libro – El diario de Santa Faustina:

Oh Jesús, deleite de mi alma, Pan de los ángeles,

Todo mi ser se sumerge en Ti

Y vivo de Tu vida divina, como los elegidos en el cielo,

Y la autenticidad de esta vida no cesará, aunque descanse en la tumba.

Oh Jesús, Eucaristía, Dios inmortal,

Que permaneces continuamente en mi corazón,

Y cuando estás conmigo, ni siquiera la muerte puede dañarme.

El amor me dice que Te veré al final de la vida.

Reflexión: La fe en la Eucaristía

Oh Jesús, deleite de mi alma. Pan de los ángeles. Todo mi ser se sumerge en ti. Y vivo de tu vida divina, como los elegidos en el cielo. Oh Jesús Eucaristía, Dios inmortal, que permaneces continuamente en mi corazón.

“Quien cree en mí, tiene la vida eterna”. ¡Qué felices seríamos si tuviésemos una fe muy viva en el Santísimo Sacramento! Porque la Eucaristía es la verdad principal de la fe; es la virtud por excelencia, el acto supremo del amor, toda la religión en acción. ¡Oh, si conociéramos el don de Dios! La fe en la Eucaristía es un gran tesoro, pero hay que buscarlo con su misión, conservarlo por medio de la piedad y dependiendo aún a costa de los mayores sacrificios. No tener fe en el Santísimo Sacramento es la mayor de todas las desgracias. ¿Es posible perder completamente la fe en la Sagrada Eucaristía después de haber comulgado alguna vez? Yo no lo creo. La incredulidad respecto a la Eucaristía proviene cuando uno se enreda en los negocios temporales, la fe se adormece y Dios es olvidado. También puede provenir de las pasiones que dominan el corazón, una pasión mal reprimida a las cuales no se tuvo el valor de combatir, nace también esta incredulidad de una fe vacilante. ¿Cuáles son las consecuencias? Se niega el poder de Dios, se menosprecia la bondad de Jesús. La fe en los demás misterios tiende a desaparecer sus virtudes, muy pronto se volverán estériles; se pierde la piedad. Creamos en la Eucaristía y decirle: “Creo Señor, ayuda mi fe vacilante”. Este acto de fe tan sencillo y sin condiciones, en la palabra de Jesucristo le es muy glorioso. Allí está Jesucristo, creamos en la presencia real de Jesucristo en la Eucaristía.

Desearte un lindo día. El Señor de la Misericordia te conceda la fe en la Eucaristía a ti y a tu familia.

Dios te bendiga y te proteja.

Sta. Faustina. Ruega por nosotros.

Amén.

Dr. Víctor Arce.