Texto del Libro – El diario de Santa Faustina:

Oh Hostia viva, Jesús oculto, Tu ves el estado de mi alma.  Por mi misma no soy capaz de pronunciar Tu santo nombre.  No puedo sacar del corazón el ardor del amor, pero arrodillada a Tus pies penetro en el tabernáculo con la mirada de mi alma, la mirada de la fidelidad.  Tú eres siempre el mismo, aunque en mi alma hay un cambio.  Confío en que llegue un momento en que descubrirás Tu rostro y Tu niña verá nuevamente Tu dulce semblante.  Me asombro, Jesús, de que puedas ocultarte de mi tanto tiempo; ¿cómo puedes retener la inmensidad del amor que me tienes?  En la morada de mi corazón aguzo el oído y espero Tu venida, oh único tesoro de mi corazón.

Reflexión: La Eucaristía I

¡Oh Hostia viva! Jesús oculto, tu ves el estado de mi alma. No puedo sacar del corazón el ardor del amor, pero arrodillada a tus pies penetro en el tabernáculo con la mirada de mi alma, la mirada de la fidelidad.

Jesús en el Santísimo Sacramento, quiere ser el centro de todos los corazones y nos dice: “Permaneced en mi amor, permaneced en mí, ¿Qué significa permanecer en nuestro Señor? Quiere decir que debemos hacer de este amor de Jesús que vive en la Eucaristía, el centro de nuestra vida: y que sea el manantial único de nuestros consuelos, que nos acojamos al corazón bondadoso de Jesús en todas nuestras penas y angustias”. “Venid a mí todos los que están causados y yo os aliviaré”.

Quiere decir que la Eucaristía debemos contarle a Jesús nuestras alegrías y tristezas. Quiere decir que la Eucaristía debe ser el centro de nuestros deseos, haciendo siempre la voluntad de Dios. ¿Y por qué  Jesucristo no es mi centro? Porque no tengo los ojos puestos en El. Dudo de su presencia por falta de fe, porque abrigo deseos que están en pugna con sus deseos. ¡Jesús no lo es todo en mí! Entonces, ¿qué debo hacer a este propósito? Colocarme en este centro, ponerme en su presencia y en Él, permanecer y obrar, ofrecerle el homenaje de cada una de mis acciones. Permanecer en el corazón y en la paz de Jesús Eucaristía. El centro de la Eucaristía es una cosa oculta, invisible, sin embargo es un centro verdadero y vivo. Jesús está espiritualizado en el Sacramento, atrae al alma, también espiritualmente. ¿Cuál es la vida de Jesús en el Santísimo Sacramento? Es una vida por completo oculta, totalmente interior. En Él oculta su poder, su bondad y su divina persona. De la hostia, fluyen todas las gracias y desde ella santifica al mundo. Recordemos: “Sin mí, nada puedes”. “Aquel que come mi carne, permanece en mí y yo en él”.

Desearte un lindo día. El Señor de la Misericordia te conceda el amor a la Eucaristía, a ti y a tu familia.

Dios te bendiga y proteja.

Sta. Faustina. Ruega por nosotros.

Amén.

Dr. Víctor Arce.