Texto del Libro – El diario de Santa Faustina:

17 IX [1937].  Oh Jesús, veo tanta belleza diseminada alrededor por la cual (36) Te agradezco continuamente; pero percibo que algunas almas son como piedras, siempre frías e insensibles.  Ni siquiera los milagros las conmueven, tienen la mirada dirigida hacia sus propios pies y así no ven nada fuera de sí mismas.

Me has rodeado durante la vida con Tu protección afectuosa y cordial, más de cuanto puedo imaginar, ya que comprenderé Tu bondad en toda su plenitud sólo cuando caigan los velos.  Deseo que toda mi vida sea un único agradecimiento para Ti, oh Dios.

Reflexión: La dureza de corazón

17-IX-1937. Oh Jesús veo tanta belleza alrededor, pero percibo que algunas son como piedras siempre frías e insensibles. “Ni siquiera los milagros los conmueven, tienen la mirada dirigida hacia sus propios pies.

Isaías: “Hipócritas, este pueblo me honra con los labios, pero su corazón está lejos de mí. La dureza de corazón hace que muchos cristianos estén ciegos para lo esencial: tienen el corazón lleno de cosas materiales o de suciedad y de miseria. Esta dureza de corazón es la que provoca la insensibilidad para las cosas de Dios y también para muchas cosas humanas rectas, entre ellas la compasión por las desgracias de los hombres. Por eso, hermanos, es importante la pureza de corazón. “Guarda tu corazón porque de él procede la vida”, dice el libro de los Proverbios. Con que cuidado hemos de guardar el corazón, ¡Porque el corazón tiende a apegarse desordenadamente a personas y cosas.  Con la dureza de corazón no sabremos reconocer a Dios en la intimidad de la oración, los signos más claros no dirán nada y la interpretación equivocadamente, como lo hicieron los fariseos. Necesitamos la infancia espiritual de Sta. Teresita, ser pequeñuelos, hacerse como niños, dejarnos sorprender por las cosas de Dios, como son los milagros. Es reconocer la propia nada, esperando todo de Dios, es vivir la intimidad del Padre, con alma de hijo. La dureza de corazón nos da esa mirada turbia y falta de fe, no sabemos reconocer a Jesús que pasa por nuestras vidas. “Abrid de par en par, las puertas a Cristo”. Salgamos de nuestra indiferencia, de autosuficiencia, de nuestros razonamientos y egoísmos. Entremos en una conversión. Dejar que Cristo sea el camino, la verdad y la vida.

Desearte un lindo día. El Señor de la Misericordia te libre de la dureza de corazón a ti y a tu familia.

Dios te bendiga y proteja.

Sta. Faustina. Ruega por nosotros.

Amén.

Dr. Víctor Arce.