Texto del Libro – El diario de Santa Faustina:
A las almas que propagan la devoción a Mi misericordia, las protejo durante toda su vida como una madre cariñosa protege a su niño recién nacido y a la hora de la muerte no seré para ellas Juez sino Salvador misericordioso. En esta última hora el alma no tiene nada en su defensa fuera de Mi misericordia. Feliz el alma que durante la vida se ha sumergido en la Fuente de la Misericordia, porque no la alcanzará la justicia.
Escribe: Todo lo que existe está encerrado en las entrañas de Mi misericordia más profundamente que un niño en el seno de la madre. Cuán dolosamente Me hiere la desconfianza en Mi bondad. Los pecados de desconfianza son los que Me hieren más penosamente.
Reflexión: La desconfianza en mi misericordia
“Los pecados de desconfianza son los que me hieren más penosamente”. Nos comenta Santa Faustina a Dios le desagrada mucho la desconfianza y por eso algunas almas pierden muchas gracias. No debemos desconfiar de Dios, la filiación divina, es el fundamento de la confianza de la libertad, paz, alegría, de ser hijos de Dios y allí encontramos la protección que se necesita para no tener desconfianza. El principal motivo para la desconfianza en su Misericordia es la soberbia, la falta de pureza interior, su único punto de apoyo son ellos mismos, insatisfecho y sin la paz verdadera. No guardemos nunca en nuestras almas las tentaciones de desesperación, desaliento y desconfianza, debemos decirlo a nuestro Padre Espiritual o confesor. La desconfianza la siembra el demonio en los pecadores y en los piadosos. San Alfonso Ligorio dice que Dios envía tentaciones a los santos, son contra la fe, la confianza y castidad, no debemos guardarlas ni un minuto pues atacan la vida espiritual y secan la vida del cuerpo urgente en confesar.
“Tened confianza, soy yo no temáis”. Jesús nos recuerda: “Lo que yo hago tú no lo entiendes, ahora lo entendemos más tarde”. No hay lugar para la desconfianza. Señor tú sabes más en ti me abandono, ya entenderé más tarde.
La confianza en Dios es la esencia del mensaje de la Misericordia. Jesús en ti confío.
Desearte un lindo día, el Señor de la Misericordia te conceda la gracia de la confianza a ti y a tu familia.
Santa Faustina: Ruega por nosotros.
Dios te bendiga y proteja.
Amén.
Dr. Victor Arce.