Texto del Libro – El diario de Santa Faustina
Hoy el Señor me dijo: Cuando te acercas a la confesión, a esta Fuente de Mi Misericordia, siempre fluye sobre tu alma la Sangre y el Agua que brotó de Mi Corazón y ennoblece tu alma. Cada vez que vas a confesarte, sumérgete toda en Mi misericordia con gran confianza para que pueda derramar sobre tu alma la generosidad de Mi gracia. Cuando te acercas a la confesión debes saber que Yo Mismo te espero en el confesionario, sólo que estoy oculto en el sacerdote, pero Yo Mismo actúo en tu alma. Aquí la miseria del alma se encuentra con Dios de la misericordia. Di a las almas que de esta Fuente de la Misericordia (7) las almas sacan gracias exclusivamente con el recipiente de confianza. Si su confianza es grande, Mi generosidad no conocerá límites. Los torrentes de Mi gracia inundan las almas humildes. Los soberbios permanecen siempre en pobreza y miseria, porque Mi gracia se aleja de ellos dirigiéndose hacia los humildes.
Reflexión: La confesión
Hoy el Señor me dijo: cuando te acercas a la confesión, a esta fuente de mi misericordia, siempre fluye sobre tu alma la sangre y el agua que brotó de mi corazón y ennoblece tu alma.
Cada vez que vas a confesarte, sumérgete toda en mi misericordia con gran confianza para que pueda derramar sobre tu alma la generosidad de mi gracia. Cuando te acercas a la confesión debes saber que yo mismo te espero en el confesionario, solo que estoy oculto en el sacerdote, pero yo mismo actúo en tu alma.
Aquí la miseria del alma se encuentra con el Dios de la Misericordia. Di a las almas que, de esta fuente de la misericordia, las almas sacan gracias exclusivamente con el recipiente de confianza.
Si su confianza es grande mi generosidad no conocerá límites. Los torrentes de mi gracia inundan las almas humildes.
Los soberbios permanecen siempre en pobreza y miseria, porque mi gracia se aleja de ellos dirigiéndose hacia los humildes. Hermanos, la confesión es la última tabla de salvación, en medio de este mundo pervertido.
¿Qué hacer para confesarse bien? 1. Tenemos que pedir primero la gracia de conocernos tales cuales somos a sus ojos. 2. Debemos luego averiguar nuestros pecados, examinar las faltas exteriores como también las faltas interiores. 3. Consagrar más tiempo a la contrición que al examen. En la confesión debemos tener en cuenta: 1. Decir con toda sencillez nuestros pecados. 2. Acusarnos decentemente con palabras honestas por respeto al sacerdote. 3. Acusarnos con humildad; decir las faltas conforme a la verdad y no exagerarlas.
Desearte un lindo día. El Señor de la misericordia te conceda la confesión a tí y tu familia.
Dios te bendiga y te proteja.
Santa Faustina, ruega por nosotros.
Amén.
Dr. Victor Arce