Texto del Libro – El diario de Santa Faustina:
Muéstrame, oh Dios, Tu misericordia,
Según la compasión del Corazón de Jesús.
Escucha mis suspiros y mis súplicas.
Y las lágrimas de un corazón arrepentido.
Oh Dios omnipotente, siempre misericordioso,
Tu compasión es siempre inagotable,
Aunque mi miseria es grandísima como el mar,
Tengo plena confianza en la misericordia del Señor.
Reflexión: La compasión
Muéstrame, Oh Dios, tu misericordia, según la compasión del corazón de Jesús. Escucha mis suspiros y mis súplicas, y las lágrimas de un corazón arrepentido. Oh Dios omnipotente, siempre misericordioso. Tu compasión es siempre inagotable. Aunque mi miseria es grandísima como el mar, tengo plena confianza en la misericordia del Señor.
Oh Trinidad eterna, oh Dios siempre benigno, tu compasión es ilimitada. Por eso confío en el mar de misericordia y te siento, Señor, aunque me separa un velo.
Que la Omnipotencia de tu misericordia, oh, Señor, sea glorificada en el mundo entero. Que su culto no termine jamás. Alma mía, propaga la Divina Misericordia con ardor.
En la parábola del buen samaritano: ¿Quién es mi prójimo? Un samaritano que iba de camino llegó hasta él y al verlo se movió a compasión y acercándose vendó sus heridas. Esta compasión hemos de tener nosotros de tal manera que nunca pasemos de largo ante el sufrimiento ajeno. Misericordia, significa la capacidad de sentir la desdicha de los demás, la cualidad de tener corazón para alguien que sufre y esa cualidad no es otra cosa que la compasión: tener un corazón solidario con aquellos que padecen necesidades. Debemos recordar nos dice S. Pablo, el discípulo debe tener los mismos sentimientos del maestro: la compasión. El Señor nos anima a una compasión efectiva y práctica que pone el remedio oportuno ante cualquier persona que encontramos lastimada en el camino de la vida.
Desearte un lindo día. El Señor de la Misericordia te conceda la compasión a ti y a tu familia.
Dios te bendiga y proteja.
Sta. Faustina. Ruega por nosotros.
Amén.
Dr. Víctor Arce.
