Texto del Libro – El diario de Santa Faustina

26 V (1838).  Hoy acompañaba a Jesús mientras ascendía al cielo [416].  Pasado el mediodía, se apoderó de mí una grandísima añoranza de Dios.  Una cosa extraña, cuanto más sentía la presencia de Dios, tanto más ardientemente lo deseaba.  Luego me vi entre una gran multitud de discípulos y apóstoles y la Madre de Dios.  Jesús dijo que fueran por el mundo entero y enseñaran en Mi [su] nombre extendió los brazos, los bendijo y desapareció en una nube.  Vi la nostalgia de la Santísima Virgen.  Su alma añoró a Jesús con toda la fuerza del amor, pero estaba tan tranquila y abandonada a Dios que en su corazón no había ni un solo destello contrario a la voluntad de Dios.

Reflexión: La ascensión

26 V (1838). Hoy acompañaba a Jesús mientras ascendía al cielo. Luego me vi entre una gran multitud de discípulos y apóstoles y la madre de Dios. Jesús dijo que fueran por el mundo entero y en mi nombre. Extendió los brazos, los bendijo y desapareció en una nube. Se me ha dado todo poder en la tierra y en el cielo. Recordad que yo estoy con vosotros hasta el final de los siglos. Esta frase de Jesús ha sido siempre una fuente constante de confianza para los que creen en Dios. Id y haced discípulos de todos los pueblos bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, enseñándoles a cumplir todo lo que yo os he mandado. Recibiréis el Espíritu Santo que descenderá sobre vosotros y seréis más testigos seréis mis testigos en Jerusalén en toda Judea y hasta los confines de la tierra. Y después de decir esto, mientras ellos miraban, se elevó y una nube lo ocultó a sus ojos. Así nos describe San Lucas la ascensión del Señor: Dos ángeles de blancas vestiduras les dice: Varones de Galilea ¿Qué hacéis mirando al cielo?

El Señor Jesús fue elevado al cielo y se sentó a la derecha de Dios, ellos salieron a predicar por todas partes, colaborando el Señor con ellos y confirmando la palabra con la señales que la acompañaban. La Ascensión del Señor fortalece y alienta nuestra esperanza. Es la fiesta de la esperanza. Es una virtud teologal por la que esperamos la salvación y el paraíso eterno. En otra vida seremos totalmente felices Eso nos debe consolar. La esperanza del cielo llenará de alegría nuestro diario caminar. Con la ascensión termina la misión terrena de Cristo y comienza la de sus discípulos, la nuestra. Jesús se va pero se queda muy cerca de cada uno. Los apóstoles miraban a Jesús en compañía de la virgen María esperando la llegada del Espíritu santo

Desearte un lindo día. El Señor de la misericordia te conceda contemplar su ascención, a tí y tu familia.

Dios te bendiga y te proteja.

Santa Faustina, ruega por nosotros.

Amén.

Dr. Victor Arce