Texto del Libro – El diario de Santa Faustina:
Cuando vine a la Misa de Medianoche, una vez empezada la Santa Misa, me sumergí toda en un profundo recogimiento en el cual vi el portal de Belén lleno de gran claridad. La Virgen Santísima envolvía a Jesús en los pañales, absorta en gran amor; San José, en cambio, todavía dormía. Sólo cuando la Virgen colocó a Jesús en el pesebre, entonces la luz divina despertó a José que también se puso a orar. Sin embargo, un momento después me quedé a solas con el pequeño Jesús que extendió sus manitas hacia mí y comprendí que fue para que lo tomara en brazos. Jesús estrechó su cabecita a mi corazón y con una mirada profunda me hizo comprender que estaba bien así. En aquel momento Jesús desapareció y sonó la campanilla para (58) la Santa Comunión. Mi alma se desmayaba de alegría.
Reflexión: Esperando a Jesús
En la misa de Medianoche, me sumergí, vi el portal de Belén. La Virgen envolvía a Jesús en los pañales, absorta en gran amor.
Por la entrañable misericordia de nuestro Dios, nos visitará el sol que nace de lo alto, para iluminar a los que viven en tinieblas, para guiar nuestros pasos en el camino de la paz. Jesús es el sol que ilumina nuestra existencia. La vida de la Virgen está centrada en Jesús, especialmente en la víspera del nacimiento de su hijo, apenas podemos imaginar el recogimiento de su alma. María guardaba todas estas cosas ponderándolas en su corazón. Su recogimiento interior fue constante, su silencio interior era mi fuerza y plenitud y contemplación.
Hoy sabréis que viene el Señor y mañana contemplareis su gloria. La Virgen nos alienta en esta víspera del nacimiento de su hijo a no dejar jamás la oración, el trato con el Señor.
La Virgen sabía que estaba ya próximo el nacimiento de Jesús y emprendió aquel viaje; llegaron a Belén, la Virgen muy cansada y en Belén, no hubo para ellos lugar en la posada, no dejaron entrar a Cristo. Se instalaron en aquellas cuevas que hacían de establo y en aquel lugar sucedió el acontecimiento más grande de la humanidad, con la más absoluta sencillez. Jesús va a nacer, José ha preparado lo mejor que ha podido aquella gruta. Le pedimos que nos ayude a preparar nuestra alma para que nazca Jesús en nuestros corazones.
Desearte un lindo día. El Señor de la Misericordia te conceda una Feliz Navidad a ti y a tu familia.
Dios te bendiga y proteja.
Sta. Faustina. Ruega por nosotros.
Amén.
Dr. Víctor Arce.