Texto del Libro – El diario de Santa Faustina:

Escribe esto:  Antes de venir como el Juez Justo, vengo como el Rey de Misericordia.  Antes de que llegue el día de la justicia, les será dado a los hombres este signo en el cielo.

Se apagará toda luz en el cielo y habrá una gran oscuridad en toda la tierra.  Entonces, en el cielo aparecerá el signo de la cruz y de los orificios donde fueron clavadas las manos y los pies del Salvador, saldrán grandes luces que durante algún tiempo iluminarán la tierra.  Eso sucederá poco tiempo antes del último día.

Reflexión: El tiempo de la Misericordia

Escribe esto: Antes de venir como el juez justo, vengo como el Rey de Misericordia, antes de que llegue el día de la Justicia les será dado a los hombres este signo en el cielo. Se apagará toda luz en el cielo y habrá una gran oscuridad en toda la tierra. Entonces, en el cielo aparecerá el signo de la cruz y de los orificios donde fueron clavadas las manos y los pies del Salvador, saldrán grandes luces que durante algún tiempo iluminarán la tierra. Eso sucederá poco tiempo antes del último día.

Diálogo entre Dios Misericordioso y alma desesperada. Jesús: Oh alma sumergida en las tinieblas, no te desesperes, todavía no todo está perdido, habla con tu Dios que es el amor y la misericordia misma.

Pero el alma permanece sorda ante la llamada de Dios y se sumerge en las tinieblas aún mayores. Jesús vuelve a llamar: alma, escucha la voz de tu Padre misericordioso. La respuesta del alma: para mí ya no hay misericordia. Y cae en las tinieblas en una desesperación, que le da una sensación del infierno y la hace incapaz de acercarse a Dios. Jesús habla al alma por tercera vez pero el alma está sorda y ciega, empieza la dureza y la desesperación.

Entonces empiezan a esforzarse las entrañas de la misericordia de Dios, y sin ninguna cooperación de parte del alma. Dios le da su gracia definitiva. Si la desprecia Dios la deja ya en el estado que ella quiere permanecer por la eternidad. Esta gracia sale del corazón de Jesús y alcanza al alma con su luz y el alma empieza a comprender el esfuerzo de Dios, pero la conversión depende de ella. Y si muestra el más pedigüeño destello de buena voluntad, la misericordia de Dios realizará el resto.

Desearte un lindo día. El Señor de la Misericordia te conceda su bondad, a ti y a tu familia.

Dios te bendiga y te proteja.

Sta. Faustina. Ruega por nosotros.

Amén.

Dr. Víctor Arce.