Texto del Libro – El diario de Santa Faustina
Oh Jesús mío, desde el momento en que me he abandonado totalmente a Ti, no pienso en mi absolutamente. Puedes hacer conmigo lo que Te agrade, pienso en una sola cosa, es decir: ¿qué es lo que más prefieres?, ¿qué es, oh Señor, con lo que pueda agradarte? Aguzo el oído y estoy atenta a cada ocasión; no importa si por fuera, en tal caso, sea juzgada de otro modo….
Reflexión: El santo abandono
Oh Jesús mío desde el momento en que me he abandonado totalmente a ti, no pienso en mí absolutamente. Puedes hacer conmigo lo que te agrade, pienso en una sola cosa, es decir, ¿Qué es lo que más prefieres?
El Santo Abandono es aquel estado en el que el alma se entrega sin condiciones ni reservas al beneplácito de Dios, y ello en el orden de la naturaleza como en el de la gracia. En el orden de la naturaleza: El alma que da al Santo Abandono quien todo lo que Dios quiere porque Él lo quiere y de la manera que Él lo quiere, en orden a su cuerpo.
Lo mismo en la salud como en la enfermedad, así le coloque en un país como en otro, todo le resulta amable con estas solas palabras: así lo quiere Dios, tal es su beneplácito como hijo a quien el porvenir no inquieta, el alma santamente abandonada a Dios, duerme con sosiego en el seno maternal de la Divina Providencia. Hay veces que Dios reprende severamente y parece que abandona al alma, a los horrores de las tentaciones, el alma, discípulo suyo soy y no tengo pues que no has de hacer más de lo que Dios permita: Jesús está conmigo. El Santo abandono en el orden espiritual. Como un niño pone en manos de Dios, su Espíritu para que Dios sea su luz. 2. Entrega su corazón a Dios para amar solo a Él, en todas las cosas. 3. Entrega del todo a Dios su propia voluntad para que Él la gobierne. ¿Qué quiere Dios? ¿Qué desea Dios? ¿Qué le gusta más? 4. El alma abandonada a Dios se da a Dios se da a su servicio sin elegir ni amar otra cosa que lo que Dios escoge. No se apoya más que en la Santa Voluntad de Dios.
Desearte un lindo día. El Señor de la misericordia te libre de la ligereza, a tí y a tu familia.
Dios te bendiga y te proteja.
Santa Faustina, ruega por nosotros.
Amén.
Dr. Victor Arce