Texto del Libro – El diario de Santa Faustina:
Cuarto día. Oh Jesús, me siento singularmente bien junto a Tu Corazón durante estos ejercicios espirituales. Nada perturba mi profunda paz; con un ojo miro el abismo de mi miseria y con el otro ojo el abismo de Tu misericordia.
Durante la Santa Misa celebrada por el Padre Andrasz, he visto al pequeño Niño Jesús sentado en el cáliz de la Santa Misa con las manitas tendidas hacia nosotros. Tras una profunda mirada me ha dicho estas palabras: Vivo en tu corazón tal como Me ves en este cáliz.
Reflexión: El Sagrado Corazón de Jesús
Cuarto día, Oh Jesús me siento singularmente bien junto a tu corazón, durante estos ejercicios espirituales, nada perturba mi profunda paz.
Es un honor, una gracia, un regalo inmerecido que un médico cardiólogo hable del Sagrado Corazón de Jesús. De todos los órganos del cuerpo humano, el corazón es el más noble que si deja de latir durante 3 minutos, todas las células del cuerpo humano, mueren.
El corazón es el centro de la vida y del amor. De igual manera, el corazón de Jesús es lo más noble del cuerpo del hombre. Dios unido al verbo, unido a la divinidad por indisolubles lazos. De tal modo, el Corazón de Jesús fue el principio de los amores, afectos y virtudes de toda vida del verbo encarnado. El corazón ama, es el órgano encargado del que se sirve el alma para manifestar los afectos y el amor. El corazón de Jesús es el órgano de su amor, experimentó todas las sensaciones del corazón humano con la diferencia que su amor es infinito y su misericordia insondable; desde el momento de su concepción y después de la Resurrección no ha creado ni cesará jamás de amar. Conocer el amor de Jesucristo y estar llenos de Él, es el reino de Dios en el hombre. Estos son los frutos de la devoción al Sagrado Corazón de Jesús. Nuestra devoción al Sagrado Corazón debe ser eucarística, debe concentrarse en la Sagrada Eucaristía. Ahí debemos buscarle para alimentarnos de su amor. El Corazón de Jesús vive en la Eucaristía, puesto que su cuerpo está ahí, vivo. ¡No vemos el corazón eucarístico de Jesús, pero lo poseemos! En la Eucaristía como en la cruz está su corazón abierto, dejando caer sobre nosotros torrentes de gracias y amor. ¡He aquí este corazón que tanto ha amado a los hombres! Debemos reparar las ingratitudes y agravios de que es objeto en la Eucaristía.
Desearte un lindo día. El Señor de la Misericordia te conceda el amor a su Sagrado Corazón, a ti y a tu familia.
Dios te bendiga y proteja.
Sta. Faustina. Ruega por nosotros.
Amén.
Dr. Víctor Arce.