Texto del Libro – El diario de Santa Faustina
Entonces dije dentro de mí: si eres un espíritu bueno, déjame en paz y las indulgencias de mañana serán para ti. En aquel momento, ese espíritu abandonó mi habitación; conocí que estaba en el purgatorio.
Reflexión: El Purgatorio II
Una noche vino a verme el alma de cierta jovencita, entonces dije dentro de mí, si eres un espíritu bueno déjame en paz y las indulgencias de mañana serán para ti. En aquel momento un espíritu abandonó mi habitación, conocí que estaba en el purgatorio. La santa misa tiene un valor infinito, es lo más importante que tenemos para ofrecer a las almas del purgatorio. También podemos ofrecer por ellos las indulgencias que ganamos en la tierra, nuestras oraciones de modo especial, el santo rosario de modo particular, hemos de orar por nuestros parientes y amigos, nuestros padres ocuparán siempre un lugar de honor en estas oraciones, ellos también nos ayudarán mucho en ese intercambio de bienes espirituales de la comunión de los santos. Las almas del purgatorio mientras se purifican no adquieren mérito alguno. Jesús le dice a Santa Faustina, hoy tráeme a las almas que están en la cárcel del purgatorio y sumérgelas en el abismo de mi misericordia, que los torrentes de mi sangre dispersen en el ardor del purgatorio. Santa Faustina visitó el purgatorio acompañado de su ángel de la guarda, estas almas estaban orando con gran fervor pero sin eficacia para ellos mismos, sólo nosotros podemos ayudarlos, pregunté a estas almas cuál era su mayor tormento y me contestaron unánimemente que su mayor tormento era la añoranza de Dios, vi a la madre de Dios que visitaba a las almas en el purgatorio, en un momento escuché una voz interior que me dijo: Mi misericordia no lo desea pero la justicia lo exige. La fiesta de la Misericordia dijo Jesús: Quien se acerque ese día a la fuente de vida recibirá el perdón total de las culpas y de las penas. (Diario 300).
Desearte un lindo día. El Señor de la misericordia te conceda la oración, a tí y tu familia.
Dios te bendiga y te proteja.
Santa Faustina, ruega por nosotros.
Amén.
Dr. Victor Arce