Texto del Libro – El diario de Santa Faustina:

Durante las vísperas, mientras se cantaba el Magnificat, con las palabras “mostró la fuerza de su brazo”, un recogimiento más profundo envolvió mi alma y conocí y comprendí que el Señor realizará pronto su obra en mi alma.  Ahora no me extraña que el Señor no me haya descubierto todo antes.

Reflexión: El Magnificat I

Mientras se cantaba el Magnificat, con las palabras: “Mostró la fuerza de su brazo”, un recogimiento más profundo envolvió mi alma.

Oh María antes de orar contigo tu canto del Magnificat, déjanos penetrar en tu corazón y en tus sentimientos, queremos ser la prolongación de tu Magnificat en la historia. El Magnificat es el espejo en tu alma, es el canto, la alabanza y oración que salió de los labios virginales de la Virgen María llena del Espíritu Santo. Es un Himno de Alabanza en respuesta al saludo de su prima Isabel.

Las palabras del Magnificat, hay que meditarlas y hacerlas vida entonces las meditaremos en dos capítulos.

I – Proclama mi alma, la grandeza del Señor: El verbo que llevaba en su seno, la había penetrado un amor que sus labios exclamaron. Gloria a Dios todo su ser, mi alma, mi espíritu, mi inteligencia y corazón, todo en mí glorifica al Señor.

II – SE ALEGRA MI ESPÍRITU EN DIOS, MI SALVADOR. La Virgen alaba en alma y Espíritu, una doble alabanza. Se miraba en sí misma y allí veía a Jesús, esta era la causa de su alegría, se estremece de alegría.

III – PORQUE HA MIRADO LA HUMILLACIÓN DE SU ESCLAVA, Todo lo que hay en ella es de Dios. Reconoce que la gracia de Dios le ha sido dada sin mérito alguno; en pequeña consideración se tenía y todo lo había recibido de la gracia.

IV – POR ESO ME LLAMARÁN BIENAVENTURADA TODAS LAS GENERACIONES. Se humilla y Dios lo ensalza. Escogida para dar al mundo el salvador y llegar a ser corredentora de la Humanidad.

V – EL PODEROSO HA HECHO OBRAS GRANDES EN MÍ. La Virgen no enumera las grandes cosas observadas en ella, que el verbo se ha engendrado en ella, esos portentos son la Encarnación, la Redención y la Eucaristía.

Desearte un lindo día. El Señor de la Misericordia te conceda ser la prolongación de su Magnificat, a ti y a tu familia.

Dios te bendiga y te proteja.

Sta. Faustina. Ruega por nosotros.

Amén.

Dr. Víctor Arce.