Texto del Libro – El diario de Santa Faustina:
En el momento en que escribo estas palabras he oído a Satanás gritando: Escribes todo, escribes todo y por eso perdemos tanto. No escribas de la bondad de Dios, Él es justo. Y dando aullidos de rabia, desapareció.
Oh Dios misericordioso que no nos desprecias sino que continuamente nos colmas de Tus gracias, nos haces dignos de Tu reino y en Tu bondad llenas con los hombres los lugares abandonados por los ángeles ingratos. Oh Dios de gran misericordia que has apartado Tu santa vista de los ángeles rebeldes dirigiéndola al hombre arrepentido, sea honor y gloria a Tu misericordia insondable, oh Dios que no desprecias al corazón humilde.
Reflexión: El infierno
En el momento que escribo estas palabras he oído a Satanás gritando: ¿Escribes todo? Escribes todo y por eso perdemos tanto. No escribas de la bondad de Dios él es justo y dando aullidos de rabia despavorido.
La existencia del infierno, se han valido los mismos santos, encontrando en ella motivos de amar más a nuestro Señor. El infierno ejerce influencia únicamente sobre los que temen a Dios; los demás sólo se sirven de él para insultar y blasfemar contra la justicia divina. El Señor nos advierte: Si tu mano te escandaliza, córtala y si tu pie te escandaliza, córtalo y si tu ojo te escandaliza, sácatelo. Más vale entrar manco, cojo o tuerto en el Reino, que ser arrojado íntegro a la gehena del fuego, dónde el gusano no muere y el fuego no se apaga. Al final, nuestro paso por la Tierra tiene una única alternativa: o el cielo, pasando por el purgatorio, si hemos de purificarnos, o el infierno. Estad vigilantes, dice Jesús. ¿No es el infierno una especie de símbolo para exhortación moral? La existencia del infierno es una verdad de fe, definida por el magisterio de la Iglesia. El demonio no ha renunciado a las almas que todavía peregrinan en la Tierra ¿Cómo explicar que siendo Dios tan bueno, condene a hijos suyos creados por amor, al infierno eterno? Por bueno que sea en vida, después de la muerte ya no hay lugar para la Misericordia. Por eso Jesús, le exige a Sta. Faustina que proclame la misericordia de las almas pecadoras; estamos en el Kairós de la misericordia, después vendrá la justicia divina. Basta un pecado mortal que haya cometido, para caer en el infierno si no me arrepiento a tiempo. ¡Eternidad! ¡Eternidad del castigo, Eternidad de la ausencia de Dios! Sólo pensarlo horroriza.
Desearte un lindo día. El Señor de la Misericordia te libere del infierno, a ti y a tu familia.
Dios te bendiga y proteja.
Sta. Faustina. Ruega por nosotros.
Amén.
Dr. Víctor Arce.