Texto del Libro – El diario de Santa Faustina:
Desde hace un mes me siento peor, y con cada expectoración siento la descomposición en los pulmones. A veces sucede que siento la descomposición total de mi propio cadáver; es difícil expresarlo grande que es este sufrimiento. Aunque con la voluntad lo acepto decididamente, no obstante para la naturaleza es un gran sufrimiento, mayor que llevar el cilicio y flagelarse a sangre. Aumentaba cuando iba al refectorio; hacia grandes esfuerzos para comer algo, ya que las comidas me causaban nauseas. En esa época empezaron también unos dolores en los intestinos, todos los platos más picantes me causaban tremendos dolores; pues más de una noche me retorcía entre terribles dolores y lágrimas a favor de los pecadores.
Reflexión: El dolor
Desde hace un mes, me siento peor. En esa época me empezaron también unos dolores en los intestinos. Todos los platos más picantes me causaban tremendos dolores; pues más de una noche me retorcía entre terribles dolores y lágrimas a favor de los pecadores.
Pocas cosas hay en la vida humana tan evidentes como la existencia del sufrimiento y tan misteriosas como el dolor, inseparables de la existencia humana.
El camino del justo está rodeado de un doble cerco: el de la gracia y el de la cruz de Ntro. Señor.
Nunca ha habido felicidad en la Tierra, desde que Dios dijo a Adán: “Comerás el pan con el sudor de tu frente”. Hemos de sufrir; esta es la semilla del Calvario, esparcida en toda la Tierra. El dolor es parte integrante de la vida humana nos puede llevar y acercarnos a Dios o nos puede hundir. Depende de nosotros. El sentido profundo del sufrimiento o dolor en el plan de Dios es un tesoro que Dios pone en nuestras manos si sabemos aceptarlo con amor. Tu vida es de Dios y a Él debe volver. Tu vida, solo tendrá sentido en la medida en que vivas con amor por Dios y para Dios. La enfermedad es un tesoro para el que sabe amar de verdad porque el sufrimiento es el alma del amor y del amor tiene las raíces en forma de cruz.
Muchas preguntas sobre el dolor. ¿Por qué? Yo no puedo responderte, solamente Jesucristo que sufrió más que tú, que es tu Dios y te ama infinitamente, podría responderte. La fe es un remedio para tu dolor.
La fe te descubre la omnipotencia divina. El dolor te hace sentir tu limitación, la fe te hace ver la inmensidad de Dios y te manifiesta la riqueza divina.
Desearte un lindo día. El Señor de la Misericordia te revele a Jesús oculto a ti y a tu familia.
Dios te bendiga y te proteja.
Sta. Faustina. Ruega por nosotros.
Amén.
Dr. Víctor Arce.