Texto del Libro – El diario de Santa Faustina
Hoy escuché estas palabras: En el Antiguo Testamento enviaba a los profetas con truenos a Mi pueblo. Hoy te envío a ti a toda la humanidad con Mi misericordia. No quiero castigar a la humanidad doliente, sino que deseo sanarla, abrazarla a Mi Corazón misericordioso. Hago uso de los castigos cuando Me obligan a ello; Mi mano resiste a tomar la espada de la justicia. Antes del día de la justicia envío el día de la misericordia. Contesté: Oh Jesús mío, Tu Mismo habla a las almas, porque mis palabras no valen nada.
Reflexión: El Día de la Misericordia
Hoy escuché estas palabras: En el antiguo testamento enviaba a los profetas con truenos a mi pueblo. Hoy te envío a ti a toda la humanidad con mi misericordia. Antes del día de la justicia envió el día de la Misericordia.
Hija mía, habla al mundo entero de la inconcebible misericordia mía. Deseo que la fiesta de la misericordia sea refugio y amparo para todas las almas y especialmente para los pobres pecadores. Ese día están abiertas las entrañas de mi misericordia. Derramo todo un mar de gracias sobre las almas que se acercan al manantial de mi misericordia. El alma que se confiese y reciba la Santa Comunión obtendrá el perdón total de las cultas y de las penas. En ese día están abiertas todas las compuertas divinas a través de las cuales fluyen las gracias. Que ningún alma tema acercarse a mí, aunque sus pecados sean como escarlata. Mi misericordia es tan grande que en toda la eternidad no la penetrará ningún intelecto humano ni angélico.
Todo lo que existe ha salido de las entrañas de mi misericordia. Cada alma respecto a mí, por toda la eternidad, meditará mi amor y mi misericordia.
La fiesta de la misericordia ha salido de mis entrañas, deseo que se celebre solemnemente el primer domingo después de la pascua. La humanidad no conocerá paz hasta que no se dirija a la fuente de mi misericordia. Diario 699.
En esto consiste la gloria de la Divina Misericordia, en destruir el cuerpo del pecado, su misericordia carece de límites, y el Señor asegura que ya no se acordará jamás de nuestros pecados. Hermanos hay que vivir de la misericordia de Dios, cada cual sabe cuanto debe a la Divina Misericordia. Hay que vivir de la Misericordia de Dios y comenzaremos a ser santos.
Desearte un lindo día. El Señor de la Misericordia te conceda la misericordia, a ti y tu familia.
Dios te bendiga y te proteja.
Santa Faustina, ruega por nosotros.
Amén.
Dr. Victor Arce