Texto del Libro – El diario de Santa Faustina

Y sentía que luchaba contra fuerzas poderosas y exclamé:  Oh Cristo, Tú y el sacerdote son uno, me acercaré a la confesión como a Ti y no a un hombre.  Al acercarme a la rejilla, descubrí primero mis dificultades.  El sacerdote dijo que no había podido hacer mejor que revelar en primer lugar esas fuertes tentaciones.  Y después de la confesión se dispersaron todas quién sabe dónde; mi alma disfruta de la paz.

Reflexión: El confesor

Una fuerte tentación, y sentía que luchaba contra fuerzas poderosas, y exclamé: Oh Cristo, Tú y el sacerdote son uno. Me acercaré a la confesión como a Ti, y no como un hombre. Al acercarme a la rejilla, descubrí primero mis dificultades. El sacerdote dijo que no había podido hacer mejor que rebelar en primer lugar esas fuertes tentaciones, y después de la confesión, se dispersaron todos quien sabe donde mi alma disfrutó de la paz. Tus pecados te son perdonados. La confesión es la expresión del poder y de la misericordia de Dios. Los sacerdotes ejercitan este poder, no en virtud propia, sino en nombre de Cristo, en persona Christi, como instrumentos en manos del Señor. Jesús nos identifica de tal modo consigo en el ejercicio de los poderes que nos confesó. Decía Juan Pablo II a los sacerdotes, que vuestra personalidad es como si desapareciese durante de la suya, ya que Él es quien actúa por medio de nosotros. Es el propio Jesús quien en el sacramento de la penitencia, pronuncia la palabra autorizada y paterna. Tus pecados te son perdonados. Vemos a Cristo en la voz de un sacerdote. En la confesión nos acercamos con veneración, agradecimiento al mismo Cristo. En el sacerdote debemos ver a Jesús, el único que puede sanar nuestras enfermedades. “Domine”, ¡Señor!. “Si vis, potes me mundare”. Si quieres puedes curarme. Que hermosa oración. No tardarás en sentir la respuesta del maestro. “Volo, mundare”. Quiero, sé limpio. El confesor es pues el ministro de la justicia de Dios, el guardián de la ley divina. Tiene que juzgar y para eso tiene que conocer la naturaleza y el número de las faltas. El confesor es sobre todo ministro de la misericordia.

Desearte un lindo día. El Señor de la misericordia te conceda la confesión, a tí y tu familia.

Dios te bendiga y te proteja.

Santa Faustina, ruega por nosotros.

Amén.

Dr. Victor Arce