Texto del Libro – El diario de Santa Faustina
(26) 10 III [1938]. Continuos sufrimientos físicos. Estoy en la cruz con Jesús. En una ocasión la Madre Superiora me dijo: Usted, hermana, carece de amor al prójimo, porque como algo y luego sufre, perturbando a las demás el descanso nocturno. Yo, sin embargo, tengo la certeza de que estos dolores de las entrañas que tengo no son provocados absolutamente por la comida, lo mismo ha constatado el medico. Son unos dolores orgánicos, o más bien una prueba de Dios.
Reflexión: Dolor I
10- 3, 1938. Continuos sufrimientos físicos. Estoy en la cruz con Jesús. En una ocasión la Madre Superiora me dijo, Usted, hermana, carece de amor al prójimo porque come algo y luego sufre, perturbando a las demás el descanso nocturno. Yo, sin embargo, tengo la certeza de que estos dolores de las entrañas que tengo no son provocados absolutamente por la comida. Lo mismo ha constatado el médico, son unos dolores orgánicos o más bien una prueba de Dios.
“El dolor es un tesoro, que Dios pone en tus manos para que con él sirvas y ames a los demás”. Tu sufrimiento unido al de Cristo, se transforma en santo y salvador. El sufrimiento es parte es parte integrante de la vida humana. El sufrimiento toca la puerta de nuestra vida humana y nos habla de nuestra debilidad y de la posibilidad de ofrecerlo con amor para que sea una escalera que nos acerque más fácilmente a Dios. Nos puede elevar, nos puede hundir, depende de nosotros.
El dolor es un misterio y sin embargo, el cristiano con fe sabe descubrir en la oscuridad del sufrimiento propio o ajeno la mano amorosa de su Padre Dios. El dolor se presenta de muchas formas y en ninguna de ellas es querido por nadie. Sin embargo, se proclama bienaventurados los que lloran, es decir, a quienes en esta vida llevan algo más de una cruz, enfermedad, incapacidad, dolor físico, pobreza, deformación, injusticia. Porque ellos serán consolados, porque la fe cambia de signo al dolor que juntó a Cristo se convierte en una caricia de Dios, en algo de gran valor y fecundidad. La cruz, el dolor, el sufrimiento fue el medio que utilizó el Señor para redimirnos.
Desearte un lindo día. El Señor de la misericordia te libre del dolor, a tí y tu familia.
Dios te bendiga y te proteja.
Santa Faustina, ruega por nosotros.
Amén.
Dr. Victor Arce