Texto del Libro – El diario de Santa Faustina:
21 IX. Esta noche, al despertarme varias veces he agradecido a Dios brevemente, pero de todo corazón, por todas las gracias concedidas a mí y a nuestra Congregación; he reflexionado sobre su gran bondad.
Al recibir la Santa Comunión le dije: Jesús, esta noche he pensado tantas veces en Ti, y Jesús me contesto: Y Yo también he pensado en ti antes de llamarte a la existencia. Jesús, ¿de qué modo pensaste en mí? En el modo de admitirte a Mi eterna felicidad. Después de estas palabras el amor de Dios ha inundado mi alma; no terminaba de asombrarme de cuánto Dios nos ama.
Reflexión: Dios nos ama
21-IX-1937. Al recibir la Santa Comunión le dije esta noche, he pensado tantas veces en ti y Jesús me contestó: Y yo también he pensado en ti antes de llamarte a la existencia. Jesús, ¿De qué modo pensaste en mí? En el modo de admitirte a mi eterna felicidad; no terminaba de asombrarme de cuanto Dios nos ama.
La sagrada escritura nos habla del amor de Dios por nosotros. Él jamás se olvidará de nosotros, pues nos lleva escritos en su mano para tenernos siempre a la vista. ¿Me ama Dios? Sí, Dios nos ama. Nos ama con un amor eterno que no tiene comienzo ni fin, pues en su amor somos eternos. Siglos eternos, antes que existiéramos, nos concibió Dios en sus pensamientos.
Jamás podremos imaginar lo que Dios nos ama porque su bondad, su amor, su misericordia es infinita. Dios nos ama, con un amor personal, a cada uno en particular, está junto a nosotros. La encarnación es la manifestación suprema del amor divino por el hombre y solo la inmensidad de este amor puede explicarla. Tanto amó Dios al mundo que le entregó a su Hijo Unigénito. Sin Cristo, la vida carece de sentido. Su presencia entre nosotros es la prueba máxima de su amor. Dios me ama. Esta es la verdad más consoladora de todas y nos llama a compartir con Él su misma vida, su amistad. Amemos pues a Dios, ya que Él nos amó primero. Dios me ama y esto es lo fundamental de mi existencia. Lo demás apenas tiene importancia. Todo ese amor de Dios, se resume en la Sagrada Comunión, que me hace Dios de su Hijo y que de sí mismo me hace Jesucristo. Ese don de amor, la entrega de su cuerpo, sangre, alma y divinidad en mi corazón y en mi alma.
Desearte un lindo día. El Señor de la Misericordia te demuestre su amor a ti y a tu familia.
Dios te bendiga y proteja.
Sta. Faustina. Ruega por nosotros.
Amén.
Dr. Víctor Arce.