Texto del Libro – El diario de Santa Faustina
Bendito seas, oh Dios misericordioso,
Amor eterno,
Tú estás por encima de los cielos, zafiros y firmamentos,
La pura legión de espíritus Te alaba así,
Con su himno eterno, tres veces Santo.
Contemplándote cara a cara, oh Dios,
Veo que antes de ellos habrías podido llamar a otras criaturas,
Por eso me postro ante Ti con gran humildad,
Porque veo bien que esta gracia se debe únicamente a la misericordia.
Reflexión: Descendió a los infiernos II
Amarte es una tarea de nuestra existencia, cantando nuestro himno eterno santo. Bendito seas, oh Dios misericordioso, amor eterno. Tú estás por encima de los cielos, zafiros y firmamentos. La pura legión de espíritus te alaba a ti con su himno eterno tres veces santo, contemplándote cara a cara, oh Dios, veo que antes de ellos habías podido llamar a otras criaturas. Por eso me postro ante ti con gran humildad, porque veo bien que esta gracia se debe únicamente a la misericordia. Levántate, obra de mis manos, levántate. Levántate, mi efigie, tú que has creado a mi imagen. Levántate, salgamos de aquí, porque tú en mí y yo en ti somos una sola cosa. Por ti, Dios, me he hecho hijo. Por ti, siendo señor, asumí tu misma apariencia de esclavo. Por ti, yo que estoy por encima de los cielos, vine a la tierra y aún bajo tierra. Por ti, hombre, vine a ser como hombre sin fuerzas, abandonando entre los muertos. Por ti, que fuiste expulsado del huerto paradisíaco, fin entregado a los predios, en un huerto y sepultado. Mira los salivazos de mi rostro que recibí por ti para restituirte el primitivo aliento de vida que inspiré en tu rostro. Mira las bofetadas de mis mejillas que soporté para reformar a imagen mía tu aspecto deteriorado. Mira los azotes de mi espalda que recibí para quitarte de la espalda el peso de tus pecados. Mira mis manos fuertemente sujetas con clavos en el árbol de la cruz. Por ti que en otro tiempo extendiste honestamente una de tus manos hacia el otro árbol profundo. Venid al huerto, perfumes, enjuagad la blanca sábana en el tálamo imperial. El rey descansa.
Desearte un lindo día. El Señor de la misericordia te conceda conocer la misericordia del Señor, a ti y tu familia.
Dios te bendiga y te proteja.
Santa Faustina, ruega por nosotros.
Amén.
Dr. Victor Arce