Texto del Libro – El diario de Santa Faustina:

Jesús me ha consolado diciendo que ambas habíamos sacado un provecho para el alma.  Yo, sin embargo, supliqué al Señor que se dignara guardarme de que alguien sufra por mi causa, ya que mi corazón no lo soportaría.

Reflexión: Delicadeza I

Quinto día. Por la mañana al entrar en la capilla me enteré que la Madre Superiora había tenido cierto disgusto por mi causa. Eso me causó mucho dolor. Yo, sin embargo, supliqué al Señor que se dignara guardarme de que alguien sufra por mi causa, ya que mi corazón no lo soportaría.

Consiste la delicadeza, en no permitir nada que ofenda a Dios, en abstenerse de todo pecado. La delicadeza es la flor del amor. Al alma delicada, el Señor le comunica la gracia del olvido de sí misma, de total entrega del yo.

Una prueba de que nos falta fe, es que no somos todo lo delicados que deberíamos para con Nuestro Señor.

Hagámonos puros y que la delicadeza flor finísima de la fe y del amor, se abra en nuestro corazón y me guíe en nuestras relaciones con Jesucristo que ama corazones puros. La primera señal de que amamos a Dios, es la delicadeza de la fidelidad, haciendo su Santa Voluntad. Es necesario que practiquemos la delicadeza que suelen tener los hijos para con sus padres. Conforme el alma va creciendo en piedad, se vuelve más fina y delicada, porque la delicadeza florece y crece con el amor. Un alma delicada llega a evitar las faltas veniales con tanta delicadeza como otros la ponen en evitar las mortales. La delicadeza filial busca y adivina lo que agrada y desagrada a Dios, aún cuando no sea pecado. ¡Oh cuántos pecados evitaríamos si fuésemos delicados! Seamos delicados en la pureza de la vida, en la pureza de conciencia. Jesús a María y a San Juan, ama a los niños con amor de complacencia por ser puros. Sólo a los puros ama con este amor, a los demás les da pruebas de amor y misericordia. Deberíamos ser delicados en la pureza. Amar a Dios más que nosotros mismos, más que a todo lo demás.

Desearte un lindo día. El Señor de la Misericordia te conceda la delicadeza, a ti y a tu familia.

Dios te bendiga y proteja.

Sta. Faustina. Ruega por nosotros.

Amén.

Dr. Víctor Arce.