Texto del Libro – El diario de Santa Faustina:

Oh Hostia blanca, Tu conservas el candor de mi alma; temo el día en que no Te recibiera.  Tu eres el Pan de los ángeles y por consiguiente el Pan de las vírgenes.

Oh Jesús, mi modelo perfectísimo, con la mirada clavada en Ti iré a través de la vida siguiendo Tus huellas, ajustando la naturaleza a la gracia según Tu santísima voluntad y la luz que ilumina mi alma, confiando plenamente en Tu ayuda.

Reflexión: Culto Eucarístico

Oh, Hostia Santa, tú conservas el candor de mi alma, Oh Jesús, mi modelo perfectísimo, con la mirada clavada en ti iré a través de la vida, siguiendo tus huellas.

Yo soy el pan vivo, que ha bajado del cielo, si alguno come de este pan vivirá eternamente y el pan que yo daré es mi carne para la vida del mundo. Jesús revela el gran misterio de la Sagrada Eucaristía. Sin la fe, estas palabras no tienen sentido. La Eucaristía es el reino de Dios en la Tierra.

Templo suyo es mi corazón, un trono, mi corazón. Debemos tributar a Jesús en el Santísimo Sacramento, el culto de honor es más grande, santo y litúrgico, que sea posible. El culto más grande donde Jesús es honrado como rey inmortal de los siglos a quien son debidos todo honor y toda gloria.

Todo cuanto hay de bello, precioso y honroso, debe servir para honrar el trono divino de Jesús. Él es el único dueño de todo. El culto más santo: el cuerpo debe honrar al Dios de la Eucaristía y tributarle homenajes exteriores, homenaje de respeto, de piedad, genuflexiones de fe. Homenaje de virtud, honrando al Señor en todas partes así en público como en privado, en la calle como en el templo. Él es el Dios de mi corazón y de mi vida. El culto más litúrgico: la Santa Iglesia inspirada por el Espíritu Santo, celosa del honor y de la gloria de su Rey, ha regulado los más pequeños detalles de su culto porque en su servicio todo es grande y divino. Este culto eucarístico debe ser además una expiación por tantas irreverencias, faltas de respeto y profanaciones, reparando y consolando su corazón. Debe ser una pública profesión de mi fe a la mayor gloria de Jesús, Hostia de amor y alabanza.

Desearte un lindo día. El Señor de la Misericordia te conceda el culto eucarístico, a ti y a tu familia.

Dios te bendiga y proteja.

Sta. Faustina. Ruega por nosotros.

Amén.

Dr. Víctor Arce.