Texto del Libro – El diario de Santa Faustina:

Hoy es la fiesta solemne del Sacratísimo Corazón de Jesús. Durante la Santa Misa conocí el Corazón de Jesús: el fuego con que arde hacia nosotros y que es un mar de misericordia.  Entonces oí una voz: Apóstol de Mi misericordia, proclama al mundo entero Mi misericordia insondable, no te desanimes por los obstáculos que encuentras proclamando Mi misericordia.  Estas dificultades que te hieren tan dolorosamente son necesarias para tu santificación y para demostrar que esta obra es Mía.  Hija Mía, sé diligente en apuntar cada frase que te digo sobre Mi misericordia porque están destinadas para un gran número de almas que sacarán provecho de ellas.

En la adoración el Señor me dio a conocer más profundamente lo que se refiere a esta obra.

Reflexión: Corazón de Jesús: mar de misericordia

 4 – VI – 1937. Es la fiesta solemne del Sacratísimo Corazón de Jesús. El corazón de Jesús: el fuego con que arde hacia nosotros y que es un mar de misericordia. Cuando contemplo la imagen de la Divina Misericordia, los dedos pulgar e índice de la mano izquierda del Señor, están abriendo la túnica a la altura del corazón. ¿Qué significa esto? Es un gesto de invitación. Es Jesús en su infinita misericordia que nos invita a entrar en su Sacratísimo Corazón, diciéndonos: “Vengan a mí los que están cansados y agobiados y yo los aliviaré”. Este misterio de amor, es su ilimitada e insondable misericordia de Dios. Él siempre está listo para abrir la túnica y mostrarnos su corazón a todos, sin importar lo que hayamos hecho.

De su corazón salen torrentes de misericordia. Los rayos que brotan de las entrañas más profundas, cuando mi corazón agonizante fue abierto en la cruz por una lanza y al instante salieron sangre y agua. “El que beba del agua que yo le daré, nunca tendrá sed”. “El agua se convierte en torrentes que saltan hasta la vida eterna”. Esta devoción al corazón misericordioso, es la extensión de la que se tiene al Sagrado Corazón; nos muestra la fuente de la misericordia. La imagen de la Divina Misericordia plasma la entrega de su amor. Estamos llamados a responder abrazándonos a Él. La mejor manera de reparar y consolar el Corazón de Jesús es recibiendo esa fuente inagotable de su misericordia, con gratitud y fe viva, poniendo toda nuestra confianza en Él.

Conocer este amor misericordioso de Jesús y estar llenos de Él, es vivir el Reino de Dios en nosotros. El Sagrado Corazón de Jesús, es la fuente inagotable de su misericordia. Es nuestra última tabla de salvación.

Desearte un lindo día. El Señor de la Misericordia te conceda la devoción a su Sagrado Corazón a ti y a tu familia.

Dios te bendiga y te proteja. Santa Faustina: Ruega por nosotros.

Amén

Dr. Victor Arce.