Texto del Libro – El diario de Santa Faustina:
Cuando he caído nuevamente en el mismo error a pesar del propósito sincero de evitarlo, aunque esta caída era una pequeña imperfección y más bien involuntaria, no obstante sentí en el alma un dolor tan vivo que interrumpí mi trabajo y fui por un momento a la capilla, y caí a los pies de Jesús; con amor y con gran dolor pedí perdón al Señor, tanto más avergonzada que por la mañana, hablando con Él después de la Santa Comunión le prometí fidelidad. De repente escuché estas palabras: Si no hubiera sucedido esta pequeña imperfección no habrías venido a Mí. Has de saber que cada vez que vienes a Mí humillándote y pidiendo perdón, Yo derramo sobre tu alma una inmensidad de gracias y tu imperfección desaparece ante Mí y veo solamente tu amor y tu humildad. No pierdes nada, sino que ganas mucho…
Reflexión: Contrición
Cuando he caído nuevamente en el mismo error a pesar del propósito sincero de evitarlo. Caí a los pies de Jesús; con amor y con gran dolor pedí perdón al Señor. Has de saber que cada vez que vienes a mí humillándote y pidiendo perdón. Yo derramo sobre tu alma una inmensidad de gracias.
El examen diario es una ayuda para seguir al Señor con sinceridad de vida. La finalidad del examen de conciencia es conocernos mejor a nosotros mismos para que podamos ser más dóciles a las continuas gracias que derrama en nosotros el Espíritu Santo, si ese día hemos cumplido la voluntad de Dios. Es importante el acto de contrición porque si no hay dolor es inútil el examen. Debemos pedir al Espíritu Santo que nos ayude a reconocer nuestras faltas y pecados y a pedir perdón. Es la contrición la que nos dispone para nuevas gracias, acrecienta la esperanza, evita la rutina. Hace que se acerque de nuevo a Dios. La contrición nos lleva a la aversión al pecado y la conversión a Cristo. La contrición es la irrupción de una vida nueva en el alma, llena de amor al encontrarse otra vez con el Señor. El alma humilde siente la necesidad de pedir a Dios perdón muchas veces al día y al Señor que está cerca de los que tienen el corazón contrito, escuchará nuestra oración. Con esta contrición del alma, se prepara para recibir el vino nuevo de la gracia. Las almas endurecidas por falta de arrepentimiento de sus pecados, se incapacitan para recibir a Dios que las visita.
La vida interior crece cuando se presentan situaciones adversas. El Espíritu Santo nos enseña a reaccionar de manera sobrenatural con un acto de contrición. “Ten piedad de mí, Señor, que soy un pecador”.
Desearte un lindo día. El Señor de la Misericordia te conceda un buen acto de contrición a ti y a tu familia.
Dios te bendiga y proteja.
Sta. Faustina. Ruega por nosotros.
Amén.
Dr. Víctor Arce.