Texto del Libro – El diario de Santa Faustina:
Oh Dios de gran misericordia que Te dignaste enviarnos a Tu Hijo unigénito como el mayor testimonio de Tu insondable amor y misericordia. Tú no rechazas a los pecadores, sino que también a ellos les abriste el tesoro de Tu infinita misericordia del que pueden recoger en abundancia tanto la justificación, como toda santidad a la que un alma puede llegar. Oh Padre de gran misericordia, deseo que todos los corazones se dirijan con confianza a Tu infinita misericordia. Nadie podrá justificarse ante Ti si no va acompañado por Tu insondable misericordia. Cuando nos reveles el misterio de Tu misericordia, la eternidad no bastará para agradecer por ella debidamente.
Reflexión: Confianza en tu Misericordia
Oh Padre de gran misericordia, deseo que todos los corazones se dirijan con confianza a tu infinita misericordia. La esencia del culto a la Divina Misericordia consiste en la actitud de confianza hacia Dios y la caridad hacia el próximo. Debajo de la imagen, la firma “Jesús en ti confío”, es una señal que ha de recordar el deber cotidiano de confiar en Dios, porque la fe, sin obras, por fuerte, es inútil. Quiero que confíen en mi misericordia, que lo esperen todo de mi bondad, que no duden de mi perdón. Todos los elementos de la devoción, se conocen como “recipientes de misericordia”. Cuanto mayor sea el recipiente, mayor será la cantidad de agua que puedas cargar. “Las gracias de mi Misericordia, se toman con un solo recipiente, y este es la confianza”. Pues cuanto más confíe un alma, tanto más recibirá. “Y las almas que confían sin límite son un gran concepto, porque en tales almas, vierto todos los tesoros de mi gracia”. Cuan dolorosamente me hiere la desconfianza en mi bondad. Los pecados de desconfianza son los que me hieren más penosamente. La confianza en Dios da la medida de mi fuerza y de mi santidad. ¿En qué debe quedarse mi confianza? 1. En la bondad de la Divina Providencia para conmigo. 2. Confianza en la Misericordia de Dios. Es la gracia más segura y perfecta, de tu justificación. 3. Confianza en la gracia de Dios en las tentaciones. La tentación es una ocasión para ejercitarte en las virtudes. 4. Confianza en la gracia de Dios, para llegar a la perfección a la que llama nuestro Señor.
¿Cómo llegar a una Santidad tan elevada? Jesús dijo a los apóstoles: “Tened confianza en mí, que yo he venido al mundo” ¡Oh Alma mía, no puedo confiar nada por sí mismo, sino que he puesto mi confianza en el Señor!
Desearte un lindo día. El Señor de la Misericordia te conceda confiar en su Misericordia a ti y a tu familia.
Dios te bendiga y te proteja. Santa Faustina: Ruega por nosotros.
Amén
Dr. Victor Arce.