Texto del Libro – El diario de Santa Faustina

Entonces oí estas palabras:  Tal como estás unida a Mí en vida, así estarás unida en el momento de la muerte.  Después de estas palabras en mi alma se despertó una confianza tan grande en la Divina Misericordia que aunque tuviera en mi conciencia los pecados del mundo entero y los pecados de las almas condenadas, a pesar de todo esto, no dudaría de la bondad de Dios, sino que me arrojaría sin pensar en el abismo de la Divina Misericordia que siempre está abierto para nosotros y con el corazón hecho polvo me arrojaría (131) a sus pies abandonándome completamente a su santa voluntad que es la misericordia misma.

Reflexión: Confianza en su Misericordia

Entonces oí estas palabras: tal como estás unida a mi en vida así estarás unida en el momento de la muerte. Después de estas palabras en mi alma se despertó una confianza tan grande en la Divina Misericordia. “Hija mía, si por medio de ti exijo de los hombres el culto a mi misericordia, tu debes ser la primera en distinguirte por la confianza en mi misericordia” (D. 742).

Debemos llevar siempre el corazón y el espíritu lejos en Nuestro bondadoso padre y salvador; fundar nuestra paz en la confianza de Dios, en su bondad, en su amor paternal. Por lo tanto confiar en la providencia que cada momento vela por nosotros. Todo lo que nos acontece viene a cumplir en nosotros la misión que Dios le señala.

Debemos colocar nuestra confianza en la santa y amable voluntad de Dios, porque lo que él quiere es lo más perfecto para nosotros y lo más glorioso para su servicio.

La confianza en Dios da la medida de mis fuerzas y de mi santidad. ¿En qué debe fundarse mi confianza? 1. En la bondad de la Divina Providencia para conmigo, él me conducirá al puerto de la patria celestial. 2. Confianza en la misericordia de Dios. No olvides jamás que la confianza filial en la misericordia de Dios es la gracia más segura y perfecta de tu justificación. En tus temores confíate en Jesús. 3. Confianza en la gracia de Dios pero hay que renunciar al mundo y a ti misma en todo.

Jesús dijo a los apóstoles: “Tened confianza en mí, que yo he vencido al mundo”. Debemos poner el fundamento y la razón de nuestra esperanza, de nuestro apoyo y de nuestra fuerza de nuestra confianza en solo Dios y no en nosotros, ni en los escritos. Debemos tener confianza en su amor. Él nos ama con amor infinito.

Desearte un lindo día. El Señor de la Misericordia te conceda la confianza en su misericordia, a ti y tu familia.

Dios te bendiga y te proteja.

Santa Faustina, ruega por nosotros.

Amén.

Dr. Victor Arce