Texto del Libro – El diario de Santa Faustina:
Confesión. Después de dar cuenta de mi conciencia he recibido las autorizaciones pedidas: la de llevar brazaletes media hora todos los días durante la Santa Misa y en los momentos excepcionales, de llevar el cinturón por dos horas. [El Padre me dijo:] Conserve, hermana, la mayor fidelidad al Señor Jesús.
Reflexión: Confesión
Confesión. Después de dar cuenta de mi conciencia he recibido las autorizaciones pedidas, la de llevar brazaletes media hora todos los días durante la Santa Misa.
La confesión es la última tabla de salvación en medio de este mundo dominado por el demonio. Dejarla sin sacar provecho de ella es perderse totalmente porque no hay otro medio de perdón. Este poder lo comunica el Señor, por medio del Sacramento del Orden. «Todos los pecados serán perdonados en el cielo a aquellos a quienes perdonen en la Tierra y todos aquellos que retuviesen en la Tierra serán también retenidos en el cielo». Por eso, el juicio del sacerdote es norma del juicio de Dios. El confesor es el ministro de la justicia de Dios. Para confesarse bien y hacer un buen examen se requiere tres condiciones: 1. Tenemos que pedir primero la gracia de conocernos tales como somos. Hay que invocar el socorro de María Auxiliadora y de nuestro ángel custodio. 2. Debemos averiguar nuestros pecados, haciendo un examen diario desde el levantarse hasta el acostarse. 3. Dedicar más tiempo a la contrición o arrepentimiento que al examen. El examen muestra la llaga, pero el remedio está en la contrición. Tened presente que Dios no perdona más que al corazón contrito y humillado y que el motivo más eficaz de contrición es el amor divino es el haber ofendido a Dios, tan bueno y misericordioso. Para hacer bien el acto de confesión requiere tres deberes: 1. Decir con toda sencillez nuestros pecados. 2. Acusarnos decentemente con palabras honestas por respeto al sacerdote y a nosotros mismos. 3. Acusarse con humildad, con sinceridad y arrepentimiento… Al salir del confesionario, dar gracias a Dios por habernos perdonado y darnos nueva vida.
Desearte un lindo día. El Señor de la Misericordia te conceda una buena confesión, a ti y a tu familia.
Dios te bendiga y proteja.
Sta. Faustina. Ruega por nosotros.
Amén.
Dr. Víctor Arce.