Texto del Libro – El diario de Santa Faustina

13 II 1938.  He visto con qué renuencia ha ido Jesús a algunas almas en la Santa Comunión.  Y me ha repetido estas palabras: Voy a algunos corazones como a otra Pasión.

Reflexión: Comunión sacrílega

II-1983. He visto con que renuencia ha ido Jesús a algunas almas, en la Santa Comunión, y me ha repetido estas palabras: voy a algunos corazones como a otra pasión.

“Cuantas veces comeréis este pan, anunciaréis la muerte del Señor”. La Sagrada Eucaristía desde cualquier aspecto que se le la considere nos recuerda de una manera potente la muerte del Señor. Fue instituida la víspera de su muerte. El Señor le da el nombre de testamento que se funda en su sangre. El estado de Jesús en el Santísimo Sacramento es un estado de muerte, en la hostia santa está sin voluntad y sin movimiento. A su alrededor reina el silencio mortal, su altar es un sepulcro que encierra huesos de mártires, la lámpara le alumbra como alumbra las sepulturas, el corporal que envuelve la Santa Hostia es nuevo sudario.

Jesucristo por esta mística muerte, hace la ofrenda virtual del sacrificio de la cruz, millares de veces, por los pecados del mundo. El corazón del comulgante viene a ser su sepulcro. En el corazón del justo, halla Jesús una sepultura gloriosa, pero ignominiosa en el pecador. En el primero en estado de gracia, no pierde su estado sacramental sin dejar algo de su divinidad, su espíritu santo y por lo mismo un germen de resurrección. En el segundo, sin el estado de la gracia esto es en el culpable, no sobrevive Jesús, quedan frustrados todos los fines de la Eucaristía.

La comunión en estas condiciones es una verdadera profanación, es la muerte violenta e injusta de Nuestro Señor Crucificado por estos nuevos verdugos.

Desearte un lindo día. El Señor de la misericordia te conceda la comunión sacrílega a tí y tu familia.

Dios te bendiga y te proteja.

Santa Faustina, ruega por nosotros.

Amén.

Dr. Victor Arce